El derbi tuvo todos los ingredientes, pero al final el reparto de puntos no acabó conformando a Melias y Vilariño que seguirán siendo animadores durante la segunda vuelta.
Ambos no se guardaron nada en una primera mitad en la que la vorágine del juego fue una constante como las situaciones de gol. Días con una falta lateral quiso sorprender a Campelo que no se complicó la vida echando el balón sobre el larguero. La respuesta visitante la tuvo Romero, pero su tiro se marchó cerca del palo izquierdo.
A partir de ahí, el Vilariño quiso proponer algo más, pero no acertaba con la portería, como le ocurrió a Gonzalo cuyo disparo se fue alto.
El Melias lo intentó con Ángel en una acción individual que acabó con un buen golpeo con el exterior perdiéndose el balón muy pegado al poste derecho.
Sin embargo, en una acción aislada, donde el Melias reclamó una falta previa, Pedro recogió el cuero desde unos 20 metros y con un preciso disparo superó la estirada de Christian colocando el 0-1. A pesar del golpe recibido, los locales insistieron y un siempre activo Marcos Pascual puso a prueba los reflejos de Campelo que logró echar al córner su potente tiro cuando se colaba por la escuadra.
El inicio de la segunda parte fue mucho más intensa y emocionante, con un final bastante incierto. Una vez más Dias ejecutaba un libre directo que el portero alcanzó a desviar cuando el balón se metía contra la base del palo derecho.
De inmediato respondió el Vilariño con un zurdazo de Otero que se fue apenas desviado, pero un minuto más tarde llegó el 0-2. La picardía de Gonzalo provocó que un balón perdido por el lateral y en terreno local lo capturara y observando adelantado a Christian metió un perfecto globo que se anidó por la escuadra. Un auténtico golazo.
PRESIÓN LOCAL
El Vilariño mostró una cierta relajación y la presión ejercida por el Melias inclinaron el campo hacia la portería de Campelo.
Las continuas faltas de los visitantes generaron situaciones para creer en la remontada. Cachi, con una falta puso en apuros al meta que alcanzó a desviar el balón que entraba por la escuadra. La insistencia del cuadro de Varela dio sus frutos y en dos minutos logró empatar. La defensa del Vilariño se durmió y Pablo cabeceó una falta de Cachi para el 1-2 y a continuación el propio lateral le dejó el balón en bandeja para que Ángel de cabeza decretara el 2-2 definitivo.
