El español buscará su segundo título en el primer Grand Slam del año después de volver a dejar fuera a Federer

Nadal se cita con Wawrinka en la final de Australia

Nadal celebra la victoria sobre Federer en una de las semifinales del Abierto de Australia. (Foto: JOE CASTRO)
El español Rafael Nadal no se intimidó por el despliegue agresivo del suizo Federer, al que doblegó de forma magistral por 7-6, 6-3 y 6-3 en dos horas y 24 minutos para alcanzar por tercera vez la final del Abierto de Australia, donde el domingo se enfrentará con el también suizo Stanislas Wawrinka.
El suizo tuvo que rendirse a la evidencia que el de Manacor sabe perfectamente como jugarle y como vencerle, ya que no logra imponerse en un Grand Slam al español desde Wimbledon en 2007, y Rafa lleva ya 23 victorias por 10 derrotas.

Su balance contra 'Stan' es inmaculado, 12-0, sin ceder un solo set de los 26 disputados contra él. Wawrinka, no obstante, tiene ya un premio asegurado, pues aparecerá el lunes por primera vez como el primer suizo en la lista mundial, por delante de Federer.

Nadal realizó una exhibición de fuerza y coraje descomunal para destrozar las esperanzas de su gran amigo y rival, al que tiene comida la moral y al que ha hecho llorar en varias ocasiones.

Rafa aguantó las embestidas de su histórico adversario en el primer set como pudo, porque Federer jugó rápido, como una pantera en la red, sacando brazos para anular todos los tiros de Nadal, pero fue el español el que dispuso de las tres primeras oportunidades para romper, dos en el séptimo juego, cuando dos de sus tiros dejaron al suizo indefenso y petrificado en la malla, y una más en el noveno, aunque luego el de Basilea las salvó todas.

Fue en el desempate donde Nadal cimentó esta victoria al tomar el mando con 4-1 cuando Federer falló una inocente volea. Luego sufrió algo para consolidar esta ventaja pero a los 59 minutos ya dirigía el timón.

En un extraordinario despliegue de velocidad y exhibición de golpes de fondo, Nadal rompió de nuevo en el sexto juego del segundo parcial, desesperando a su rival. Fue entonces cuando se escucharon ciertas quejas por parte del suizo, haciéndole notar al juez árbitro los gritos que Nadal profería cuando golpeaba.

'No es nada nuevo', dijo Federer con gesto de disgusto. Nadal le contestó en silencio, en la pista, pasándole una y otra vez, con golpes inverosímiles, uno de ellos de squash, pivotando sobre su talón, dejando atónito al suizo en la red.

Una nueva rotura al inició del tercer set de Nadal parecía decidir el partido más a su favor, pero a las dos horas y dos minutos Federer logró por fin un objetivo que parecía imposible, romper el servicio del español (2-1). Le duró poco ese alivio porque Rafa volvió a la carga, y con un nuevo robo volvió a dominar 4-3.

Con grandes campeones en la grada como los australianos Rod Laver, Kenny Roswell, o el estadounidense Pete Sampras, Nadal no le concedió más opciones a Federer y sentenció el encuentro con maestría, rompiendo una vez más el servicio de Federer, y su ya tocada moral, en el octavo.

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