El serbio Novak Djokovic se agarró a la pista de nuevo y en un soberbio final derrotó al argentino Juan Martín del Potro por 6-1, 3-6 y 7-6 para reinar por segundo año consecutivo en el Masters 1000 de Shanghái.
Del Potro puso a prueba la fortaleza mental del serbio, pero no pudo con él en los últimos puntos del encuentro, cuando las fuerzas de ambos estaban al límite y un fallo significaba la derrota. En ese aspecto, Djokovic fue el mejor en el desempate, cuando jugó de forma admirable los tres últimos puntos.
En el primer set, todo el poderío que Del Potro exhibió el sábado contra Nadal se diluyó ante Djokovic y el argentino fue una sombra de sí mismo. Toda la fuerza que exhibió 24 horas antes ante el español se transformó en fallos, falta de solidez y confianza en el servicio, con lo que Delpo cedió el set en 34 minutos con dos roturas.
Pero en el segundo recuperó la confianza, volvió a sacar de forma demoledora, a dominar con su derecha y a dictar el juego. Esa energía positiva hizo que Del Potro desbaratase tres puntos de rotura que dispuso Djokovic en el séptimo juego cuando amenazaba con recuperarse en el marcador después de un 4-1 adverso. El argentino mantuvo la calma y ganó este parcial para nivelar el encuentro después de una hora y 18 minutos,
La igualdad predominó en el tercero, en el que el argentino tuvo una oportunidad de romper en el quinto y adelantarse. Fue su momento, porque luego tuvo que salvar dos él en el siguiente. Pero el drama llegó a su momento más álgido cuando Nole dispuso de dos bolas de partido en el décimo que Juan Martín salvó como pudo.
Después de un intercambio de 24 golpes, la desesperación del serbio se hizo evidente al propinarle una patada a uno de los relojes de la pista, y cuando alzó los brazos para pedirle auxilio al público para que estos le animasen.
No fue hasta en el desempate cuando Nole jugó los tres últimos puntos con una gran frialdad y se hizo con el título, el 39 de su carrera y el 15 de esta categoría.
En el primer set, todo el poderío que Del Potro exhibió el sábado contra Nadal se diluyó ante Djokovic y el argentino fue una sombra de sí mismo. Toda la fuerza que exhibió 24 horas antes ante el español se transformó en fallos, falta de solidez y confianza en el servicio, con lo que Delpo cedió el set en 34 minutos con dos roturas.
Pero en el segundo recuperó la confianza, volvió a sacar de forma demoledora, a dominar con su derecha y a dictar el juego. Esa energía positiva hizo que Del Potro desbaratase tres puntos de rotura que dispuso Djokovic en el séptimo juego cuando amenazaba con recuperarse en el marcador después de un 4-1 adverso. El argentino mantuvo la calma y ganó este parcial para nivelar el encuentro después de una hora y 18 minutos,
La igualdad predominó en el tercero, en el que el argentino tuvo una oportunidad de romper en el quinto y adelantarse. Fue su momento, porque luego tuvo que salvar dos él en el siguiente. Pero el drama llegó a su momento más álgido cuando Nole dispuso de dos bolas de partido en el décimo que Juan Martín salvó como pudo.
Después de un intercambio de 24 golpes, la desesperación del serbio se hizo evidente al propinarle una patada a uno de los relojes de la pista, y cuando alzó los brazos para pedirle auxilio al público para que estos le animasen.
No fue hasta en el desempate cuando Nole jugó los tres últimos puntos con una gran frialdad y se hizo con el título, el 39 de su carrera y el 15 de esta categoría.
