Aquel 28 de marzo de 2010 Sean David Ogirri (New York, 21 de febrero de 1986) puso patas arriba el Pazo con un triple imposible. Decisivo. Su canasta le otorgaba la permanencia virtual al COB y además en el partido más esperado de la temporada, ante el Breogán.
Tres temporadas después cambia de bando en el derbi. Es su segunda campaña en Lugo. Más asentado, más cotizado. Menos decisivo, menos querido.
Ogirri es así, como su triple aquella tarde de marzo. Todo o nada. '¡Qué recuerdos tengo de aquella temporada! Fue todo maravilloso. Ourense es una gran ciudad para vivir y para jugar al baloncesto. El COB es un gran club y tiene una gran afición. Siempre me trataron de maravilla. Nunca sabes lo que te deparará la vida pero me encantaría volver a jugar allí algún día. ¿Cuándo? No lo sé, pero ojalá sea así', asegura.
Estuvo con un pie fuera del equipo y acabó siendo la imagen en la retina de aquella temporada. No conoce la palabra 'don' pero él lo tiene para anotar canastas decisivas: 'Recuerdo la primera que metí. Tenía 17 años y fue en el 'college', en un partido en Las Vegas. Creía que no entraría pero...'. Y aquella temporada 2009/10: 'El partido en Lugo fue muy bueno, con aquel triple de Loughton. ¿Y el de Málaga? Ganamos con un triple de Coego desde medio campo. Aquel día metí siete triples y recuerdo uno delante de Sinanovic en el que no veía el aro. Fue todo increíble'.
EL TRIPLE
Hasta llegar a aquel tiro ante el que ahora es su club: 'Aquel tiro... qué locura. Tenía claro que la iba a meter pero cuando se me cayó la pelota pensé que la perdía. Se me echó encima el defensor y sólo pude buscar un hueco para lanzar. Cuando salió el balón de la mano sabía que entraba'.
Aquel fue su último gran partido con el COB. Porto, donde se proclamó campeón de Liga, y Lugo han podido disfrutar de él. Ahora pelea por ser el base que le piden y por encandilar a la parte de la grada que no lo valora: 'Estoy muy bien en el club. Todo el mundo me trata muy bien. La afición no sé muy bien lo que piensa de mí. Sólo pienso en entrenar lo mejor posible y en jugar lo mejor que pueda para que el equipo gane partidos. Me piden que juegue de base y sé que es lo mejor para mi carrera. Sé que puedo ser un base anotador pero juego más cómodo como escolta. Me cuesta no ser más agresivo en situaciones como las del 'pick and roll' pero intento mejorar'.
Su rol en el equipo no es tan protagonista como su muñeca reclama y los números del Breogán están por debajo de las previsiones iniciales. Ogirri será clave para ir de la mano en la escalada.
Ogirri es así, como su triple aquella tarde de marzo. Todo o nada. '¡Qué recuerdos tengo de aquella temporada! Fue todo maravilloso. Ourense es una gran ciudad para vivir y para jugar al baloncesto. El COB es un gran club y tiene una gran afición. Siempre me trataron de maravilla. Nunca sabes lo que te deparará la vida pero me encantaría volver a jugar allí algún día. ¿Cuándo? No lo sé, pero ojalá sea así', asegura.
Estuvo con un pie fuera del equipo y acabó siendo la imagen en la retina de aquella temporada. No conoce la palabra 'don' pero él lo tiene para anotar canastas decisivas: 'Recuerdo la primera que metí. Tenía 17 años y fue en el 'college', en un partido en Las Vegas. Creía que no entraría pero...'. Y aquella temporada 2009/10: 'El partido en Lugo fue muy bueno, con aquel triple de Loughton. ¿Y el de Málaga? Ganamos con un triple de Coego desde medio campo. Aquel día metí siete triples y recuerdo uno delante de Sinanovic en el que no veía el aro. Fue todo increíble'.
EL TRIPLE
Hasta llegar a aquel tiro ante el que ahora es su club: 'Aquel tiro... qué locura. Tenía claro que la iba a meter pero cuando se me cayó la pelota pensé que la perdía. Se me echó encima el defensor y sólo pude buscar un hueco para lanzar. Cuando salió el balón de la mano sabía que entraba'.
Aquel fue su último gran partido con el COB. Porto, donde se proclamó campeón de Liga, y Lugo han podido disfrutar de él. Ahora pelea por ser el base que le piden y por encandilar a la parte de la grada que no lo valora: 'Estoy muy bien en el club. Todo el mundo me trata muy bien. La afición no sé muy bien lo que piensa de mí. Sólo pienso en entrenar lo mejor posible y en jugar lo mejor que pueda para que el equipo gane partidos. Me piden que juegue de base y sé que es lo mejor para mi carrera. Sé que puedo ser un base anotador pero juego más cómodo como escolta. Me cuesta no ser más agresivo en situaciones como las del 'pick and roll' pero intento mejorar'.
Su rol en el equipo no es tan protagonista como su muñeca reclama y los números del Breogán están por debajo de las previsiones iniciales. Ogirri será clave para ir de la mano en la escalada.
