Un partido más y la vida sigue igual, o muy parecida, para Club Deportivo Ourense: empate ante el Rayo B (1-1) y la distancia con la promoción de descenso la mantiene en dos puntos y con el descenso directo la aumenta a seis. Cuánto le está costando puntuar en este tramo final de temporada al equipo entrenado por José Luis Míguez 'Luisito'. Y es que este Ourense está cometiendo los mismos errores de las últimas jornadas, aunque también sigue sacando a relucir las virtudes de toda la campaña y ellas son las que le mantienen muy vivo.
La afición de O Couto vio una vez más al Ourense de las dos caras. En la primera parte mostró su versión menos amable, la del equipo que hace concesiones en defensa (dos errores de bulto costaron un gol, en el minuto 38, y con anterioridad una mano increíble de Pato, en el minuto 12), la del equipo al que le cuesta crear en ataque por su apatía y su falta de chispa (tan sólo tuvo tres llegadas con peligro), y la del equipo que no está acertado en ataque (Óscar Martínez remató alta una volea al borde del área pequeña, en el minuto 17, y Campillo cabeceó un córner fuera cuando remataba completamente solo).
Y como siempre últimamente, el equipo saca a relucir lo mejor cuando más herido está. El error de tirar por enésima vez la primera parte se convierte en virtud aunque sólo después de pagar un alto precio. Aunque sin lujos, al menos reapareció el equipo que pone en aprietos a cualquier rival, el equipo capaz de remontar por difícil que sea la empresa, el equipo todo trabajo y entrega. El Ourense, que por enésima vez tiró la primera parte, cambió en la segunda mitad. El canterano Rubén Arce y el marroquí Adil sustituyeron a un 'tocado' Alex Fernández y a un poco acertado Pablo Pillado y llegó la revolución. Pronto llegó un gol, en el minuto 54 de Óscar Martínez, pero en esta ocasión el equipo de Luisito no fue capaz de aprovechar la inercia ante un Rayo B que por momentos estuvo entregado, pero que sacó fuerzas de flaqueza al ver que el Ourense no remataba la faena y que se permitió el lujo de meter el miedo en el cuerpo a la parroquia local con una doble parada en el descuento del meta Pato, el mejor de su equipo ayer.
La primera parte tuvo muy poco ritmo. El remate alto de Óscar, una nueva acción del delantero en un error madrileño, y el cabezazo de Campillo fueron la antesala del gol visitante. La segunda mitad tuvo inicialmente un claro dominio local: el empate de Óscar en el 54, una opción de Noguerol en el 69, otra de Arce en el 81 y una de Quintairos en el 85. Pero fue de ida y vuelta, y el Rayo B también tuvo sus opciones. Empate con susto final y toca seguir peleando.
Y como siempre últimamente, el equipo saca a relucir lo mejor cuando más herido está. El error de tirar por enésima vez la primera parte se convierte en virtud aunque sólo después de pagar un alto precio. Aunque sin lujos, al menos reapareció el equipo que pone en aprietos a cualquier rival, el equipo capaz de remontar por difícil que sea la empresa, el equipo todo trabajo y entrega. El Ourense, que por enésima vez tiró la primera parte, cambió en la segunda mitad. El canterano Rubén Arce y el marroquí Adil sustituyeron a un 'tocado' Alex Fernández y a un poco acertado Pablo Pillado y llegó la revolución. Pronto llegó un gol, en el minuto 54 de Óscar Martínez, pero en esta ocasión el equipo de Luisito no fue capaz de aprovechar la inercia ante un Rayo B que por momentos estuvo entregado, pero que sacó fuerzas de flaqueza al ver que el Ourense no remataba la faena y que se permitió el lujo de meter el miedo en el cuerpo a la parroquia local con una doble parada en el descuento del meta Pato, el mejor de su equipo ayer.
La primera parte tuvo muy poco ritmo. El remate alto de Óscar, una nueva acción del delantero en un error madrileño, y el cabezazo de Campillo fueron la antesala del gol visitante. La segunda mitad tuvo inicialmente un claro dominio local: el empate de Óscar en el 54, una opción de Noguerol en el 69, otra de Arce en el 81 y una de Quintairos en el 85. Pero fue de ida y vuelta, y el Rayo B también tuvo sus opciones. Empate con susto final y toca seguir peleando.
