Cristian Fernández Martínez se codea con las estrellas mundiales del fútbol inglés desde el Hull City, en el que es readaptador físico
Decía Ton Hanks en la película Forrest Gump que 'la vida es como una caja de bombones porque nunca sabes cual te va a tocar'. Algo parecido le ha sucedido a Cristian Fernández, un joven ourensano de 27 años que como cualquier chaval empezó jugando al fútbol en el Pabellón, pasó después por el Ponte Ourense, el Ourense de la Liga Nacional, regresó al club pontino en su equipo filial para poner punto final a su carrera fútbolistica en el Vilariño, con solo 22 años, casi como si fuera un premonición de lo que le venía por delante.
Cristian reconoce que lo dejó por que "me fui a estudiar a Coruña y era complicado volver los viernes para jugar y decidí dejarlo aunque tengo que reconocer que me costó mucho y que lo eché muchísimo de menos". En A Coruña, como tantos otros jóvenes, se licenció en INEF, en la especialidad de readaptador físico, lo que sin duda cambió su vida. "Empece a realizar prácticas en el Fabril y las categorías inferiores del Deportivo y después me fui al Betanzos, donde estuve dos años como preparador físico". Al tiempo que como cualquier chaval de su edad al que las inquietudes le rondan la cabeza a diario "monté una empresa de entrenamiento personal y readaptador de lesiones con vistas al futuro", empresa que a día de hoy todavía conserva.
Pero como siempre le tiró el fútbol buscó una rendija por la que colarse en ese mundillo, y la encontró: "Empece a buscarme la vida mandando emails a muchos sitios y al final, por medio de un convenio con la Universidad de León, me surgió la oportunidad de trabajar con el Northampton Town de la Cuarta división inglesa (categoría profesional)". "El preparador físico del equipo Craig Smith me dio la oportunidad, ellos tenían muchos lesionados y decidieron incorporarme. Le estoy agradecido por la oportunidad".
El trabajo
La figura del readaptador físico puede resultar un poco desconocida. Cristian aclara su cometido en los equipos: "Los readaptadores somos el paso siguiente en la recuperación de los jugadores una vez que dejan al fisioterapeuta y antes de incorporarse al grupo sobre el campo". Así fue como se dio a conocer.
Pero lo mejor estaba todavía por llegar. Finalizada la temporada le llamó el Hull City, que se encuentra en la Premier League (la máxima competición en Inglaterra). "Fue una pasada, cuando llegue a la entrevista ya conocían mi trabajo, aquí es diferente a España, te siguen, se informan y cuando te van a buscar es porque tienen muy claro como eres y lo que quieren de ti".
Y casi sin darse cuenta pasó del vestuario del Betanzos a uno de la Premier en poco más de año y medio, un cambio radical. "Sin duda que es un cambio muy importante pero al final te das cuenta que son gente muy normal. El cambio está en los equipos, aquí todo es mucho más profesional y muy serio".
No solo el trabajo le cambió a Cristian, la vida es muy diferente en Inglaterra. "La verdad es que mi vida no tiene nada que ver, mi novia se tuvo que quedar en A Coruña por motivos laborales. Los horarios son diferentes, todo se hace mucho más temprano y la gente se va muy pronto para casa, aunque a nivel laboral está bien".
La ciudad en la que vive tiene 256.000 habitantes y allí se encuentra muy a gusto. "Al menos de momento no me importaría seguir aquí aunque es verdad que en un futuro espero volver a España, pero nunca sabes los caminos por los que te lleva la vida".
La Premier es una liga con historia y campos con mucho pedigrí. Visitar Anfield o Oldd Trafford son recuerdos que ya nadie podrá borrar de su memoria. "Es una pasada. Recuerdo por ejemplo en Oldd Trafford, sobre el campo haciendo el calentamiento, te da un poco de miedo escénico, pero es tu trabajo y tienes que saber llevarlo".
Y cuenta alguna anécdota con las estrellas: "Esta temporada el club fichó a Abel Hernández, un jugador uruguayo que supuso la mayor inversión en la historia del equipo. Para el reconocimiento médico tenía que desplazarse tres horas y su agente, Mino Raiola, que es el que lleva a Abrahimovic o Balotelli entre otros, le puso un avión privado para que no fuera en coche tanto tiempo. Como no hablaba inglés el club me pidió que fuera yo de intérpetre. Yo llevaba un mes en el equipo y me quedé alucinado".
Son las excentricidades de una de las mejores ligas del mundo que tiene el privilegio de contar con un ourensano entre sus filas. "Hasta donde yo se solo somos tres gallegos: Carlos Lalín en el Chelsea, Eduardo Riera en el West Ham, y yo el Hull". Y un recuerdo para terminar: "A ver si al leer esta entrevista mi abuela logra entender lo que hago ya que por teléfono es imposible".
Por cierto, el domingo cumple 28 años y el Hull juega contra el Chelsea: "Sería un buen regalo ganar a Mourinho".
