FÚTBOL JUVENIL

El Ourense CF, dos meses y dos caras diferentes

Oira. 10-09-2017. Partido de juveniles. Ourense CF-Coruxo.Paz
photo_camera El pontino Soto se marcha de un rival del Coruxo en el campo de Oira.

El Ourense CF comenzó la temporada con dudas, pero tras 8 jornadas demostró que puede competir con opciones

La trayectoria del Ourense CF durante las primeras semanas de competición tiene dos caras diferentes. El primer mes, duro, con un balance de cuatro derrotas. El siguiente, siete puntos de doce posibles (con una derrota por la mínima ante el líder Celta B) para creer en sus opciones de permanencia. Ese es el objetivo. 

Para ello los pontinos se agarran a sus mejores armas. Agresividad y calidad en la parte de arriba. Los cinco goles de Brais Pérez valen oro, sin olvidar la aportación de Lucas o Losada. El paso de las semanas está sentando bien al equipo que dirige Iván González. Desde el 8 a 0 encajado cuando visitaron al Deportivo B en A Coruña, las sensaciones han cambiado. Dos ejemplos: el duelo ante el líder y la última jornada disputada ante el Ural. Contra el Celta B, los pontinos dieron la cara y, aunque los olívicos fueron mejores, se mantuvieron con opciones hasta el final.

El pasado fin de semana fue diferente. Se vieron 3-1 por debajo ante el Ural con 20 minutos por delante. No bajaron los brazos y llegó la reacción. Empate y un punto que sienta muy bien al casillero de los ouresanos. Eso sí, la reciente trayectoria positiva nos les hizo abandonar las posiciones de descenso. Todo apunta a que será una batalla de resistencia. Un clásico en la Liga Nacional.

Hacerse fuertes en Oira

Una de las asignaturas pendientes del Ourense CF es hacerse fuertes en casa. El recién estrenado césped de Oira ha visto como se han escapado unos cuantos puntos. La primera ocasión para evitarlo llegará en la mañana dominical, con la visita del Conxo. Un espejo. Mismos puntos, misma trayectoria de menos a más... Un adversario con pegada que viene de enlazar dos triunfos consecutivos gracias al olfato goleador de Salgado y Xiráldez. 

Un peligro a evitar si los pontinos quieren seguir demostrando que progresan adecuadamente.

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