El Pabellón recibe al Bansander en Os Remedios sabiendo que no tienen margen de error
Después de dos encuentros lejos de casa, el Pabellón vuelve al campo Miguel-Ángel Os Remedios para intentar quitarse un peso de encima. Un peso en forma de 4 puntos. Los mismos que tiene el equipo ourensano desde hace casi dos meses. Para ello la escuadra dirigida por Guillermo García intentará superar al Bansander cántabro, un rival que llega a Ourense en una posición más desahogada, noveno con 19 puntos, en tierra de nadie y sin las mismas urgencias que tienen los locales.
Precisamente esa situación de tranquilidad la espera aprovechar el Pabellón. Los locales están obligados a hacer de la necesidad virtud y demostrar que se juegan mucho más en el duelo que los santanderinos. Para ello se han concienciado durante las sesiones de entrenamiento y esperan verlo reflejado en el momento importante.
"El Bansander es un equipo que puede salir de diferente manera. Esta temporada ha tenido partidos en los que ha sido muy intenso y ha demostrado que puede tener buenos resultados. Otras jornadas, sin embargo, no son tan intensos y bajan su rendimiento", afirma el entrenador del Pabellón, Guillermo García. El técnico está convencido de que "somos un equipo de más de 4 puntos. Sigo pensando que tenemos un bloque para competir en esta categoría".
Después de un inicio de liga marcado por las numerosas lesiones, el equipo blanquiverde cuenta ya con sus efectivos a pleno rendimiento, algo que se debería notar en el rendimiento del plantel. Además, los jugadores de último año están llamados a dar el plus de carácter que se necesita en estas situaciones.
Sin olvidar el factor gol. Un tanto en siete partidos es un bagaje que un equipo no se puede permitir en una categoría tan fuerte. "El otro día en Santiago tuvimos cuatro ocasiones muy claras para marcar. Nos está costando mucho marcar aunque generemos peligro. Tenemos un problema en las dos áreas", apunta García.
Cambiar la dinámica
Para ver el horizonte más despejado, García cree que la receta pasa por "con seguir una victoria. En muchas ocasiones, si consigues darle la vuelta a la dinámica, todo lo que no salía empieza a salir. Es el mensaje que les llega a los jugadores". Y evitar ser sus propios enemigos. Las "desconexiones" puntuales de los ourensanos están siendo aprovechadas por los rivales para encarrilar los partidos. "Necesitamos un partido sin errores de bulto. Son los que nos están lastrando en las últimas jornadas. Salir de esa espiral que hace que los jugadores se vengan abajo si recibimos un golpe", señala Guillermo García.
Durante las últimas jornadas, el técnico buscó "resetear" al equipo, con cambios en la alineación y en el sistema. El tradicional 4-4-2 o el 5-3-2, utilizado la anterior jornada en Santiago, son las opciones que baraja el entrenador blanquiverde.
Los rivales suben el ritmo
En la situación actual, los intereses del Pabellón también se juegan en otros campos. Los duelos del grupo 1 que se adelantaron al sábado, no dejaron buenas noticias para los intereses ourensanos. El Santiago prolongó su buen momentos tras vencer al Roces por 2 a 0, mientras que el Avilés dio la sorpresa y superó 2 a 1 a uno de los equipos más fuertes de la categoría, el Real Oviedo. Unos resultados que obligan al Pabellón a sumar 3 puntos si no quiere descolgarse todavía más de los puestos de permanencia.
Para ello necesitará también el apoyo de la afición.
Es un duelo a cara o cruz en el que los blanquiverdes deberán templar su ansiedad y sacar lo mejor de sí mismos para seguir con vida antes de acabar la primera vuelta. Es buena ocasión para hacerlo y romper las diferentes malas rachas que se empiezan a extender demasiado en el tiempo.
Os Remedios, 12,00 horas.
