El Paco Paz revivió el ambiente de las grandes ocasiones en el regreso del COB a la Liga LEB Oro

Parece que fue ayer

Los jugadores del COB Howell, Sánchez, Coego, Sony, Vila, García y el delegado Fernández Añel celebran la primera victoria de la temporada en la LEB Oro.  (Foto: Miguel Ángel)
Cierren sus ojos en 2005 y abránlos en 2009. Después de cuatro temporadas de disgustos y sinsabores, de cenar pan con pan, duro, el de LEB Plata, la sufrida afición del COB ha recuperado la ilusión por el baloncesto.
La ilusión por sentirse ganadora y codearse con equipos de pasado similar. ¡Ay, aquellos partidos contra el León en ACB! Ayer se cerró un ciclo de pesimismo. No fue la victoria contra el León de Juanjo Bernabé y Ricardito Hugues. Fue el ambiente, primero propiciado, después dirigido, en las gradas del Paco Paz. Hacía más de un lustro que no se veía tal alegría en el estadio. En otros tiempos, los cuatro tiros libres fallados por el atlético pivot local Howell durante el partido (alguno incapaz de llegar al aro) hubiesen recibido un bombardeo de tomates y los calificativos más selectos por parte del respetable. Después de la nueva ola de optimismo antropológico, el Pazo perdona cualquier pecadillo.

El president Bermello ha logrado el primer objetivo, convocar a un número importante de per sonas para ver al equipo. De entrada se ofrecieron tres condimentos necesarios para el espectáculo: el regreso de la mascota ‘O Lobo’, un grupo de animadoras bien aplaudidas por el sector masculino y un locutor con ganas de animar. Si además el público se deja llevar se puede montar una buena romería.

Menudo guateque Como la de ayer. Cuando el partido parecía perdido, el público fue ganador y no cejó en su empeño. Entre los regalos del León y la fe del COB se levantó un resultado que la afición celebró como una victoria por el ascenso: abrazos, besos, puños al aire y el clásico ‘¡oé, oé!’. Había ganas de celebrar triunfos.

En resumen, el equipo sumó la primera victoria y el público se marchó contento a casa. El objetivo consiste ahora en mantener e incrementar esta audiencia. Un duro trabajo, a dúo entre la directiva y el equipo. Ya saben, para que haya fiesta en la discoteque serán necesarias más victorias. El primer y esperanzador paso ya está dado.

LOS DETALLES

Bernabé y Hughes, como en su propia casa

Nostalgia. Cuatro años después volvía al Pazo el base Juanjo Bernabé. Los buenos aficionados recordarán sus cinco temporadas de servicios al COB, entre 1999 y 2005. Por ello, el alicantino recibió una placa de agradecimiento antes del partido, entregada por uno de los médicos del club, Benito Ramos. También fue aplaudido el estadounidense Rick Hughes, de breve estancia ourensana durante la temporada 2000-01. Ambos se las hicieron pasar canutas a su antiguo equipo. Al final hubo abrazos en el túnel de los vestuarios con viejos amigos.

Música de todo tipo y numeritos variados

Para los clásicos y para los modernos. La banda de música municipal amenizó los primeros minutos del partido. Sin tiempo para muchos pasodobles, la megafonía empleó después las melodías más pegadizas a mayor gloria y lustre de las animadoras, recién llegadas de Vigo. ‘O Lobo’ aportó la nota divertida. La entrada alcanzó los 3.000 espectadores, buena señal en el primer partido.


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