Tras la derrota de la semana pasada ante la Gimnástica Segoviana, el Arenteiro tenía ganas de dar una alegría a su incondicional afición y lo pudo lograr al imponerse 2-1 al Coruxo luego de remontar el tanto inicial de Mateo con dos goles a balón parado.
El Arenteiro salió al verde de Espiñedo muy enchufado y desde el principio se hizo con los mandos del partido ante un Coruxo que buscaba su oportunidad bien colocado en el campo, pero sin tomar riesgos. La primera situación de peligro no tardó en llegar, ya que a los tres minutos de juego, Raúl Blanco hilvanó una buena jugada por el sector derecho que finalizó con un disparo pegado al poste.
Los vigueses respondieron tímidamente con un disparo de Jacobo Trigo que se fue desviado. Antes de la media hora de partido, Renan Zanelli probó al guardameta visitante Amigo con un tiro desde la frontal que, el ayer meta titular del Coruxo, blocó en dos tiempos.
Fueron las únicas aproximaciones de una primera parte donde los de Fran Justo volcaron su juego por la banda derecha y la conexión Víctor Eimil-Raúl Blanco volvió a ser de lo más peligroso.
El paso por los vestuarios les sentó bien a los de Jacobo Montes, que adelantaron sus líneas y comenzaron a presionar en campo contrario a los verdes. Fruto de ello, llegó el primer tanto del partido. Youssef robó un balón a Adrián Cruz en tres cuartos de campo y lo filtró a Mateo, que no perdonó ante Diego García con un disparo que se acabó alojando en la escuadra derecha de la meta local.
Tras el gol, Fran Justo decidió mover el banquillo y dio entrada a Pibe, un cambio que fue clave en el devenir del partido. En el 60’ avisó con un chut desde la frontal que atrapó Amigo y poco después volvió a buscar portería con un libre directo que paró atento el portero visitante. El Arenteiro llegaba cada vez con más peligro a la meta contraria y el empate estaba al caer. Fue entonces cuando entró en escena el balón parado. En el minuto 77, Pibe ejecutó una falta lateral que tras no tocar en nadie se acabó colando en la portería del Coruxo. Era el 1-1 y todavía quedaban casi 15 minutos para darle la vuelta al marcador.
Hubo que esperar hasta el 89 para que la fiesta se desatara en Espiñedo. Otra vez Pibe, lanzó un córner que Amigo no acertó a blocar y el balón quedó muerto en la línea de gol, lo que aprovechó Víctor Eimil para conseguir el tanto de la victoria del Arenteiro.
Tras el pitido final, jugadores, técnicos y aficionados celebraron un triunfo que deja a los de O Carballiño virtualmente una temporada más en Segunda Federación y a solo dos puntos de la fase de ascenso a Primera Federación.
Quedan tres partidos y el buen momento del Arenteiro hace soñar con que pueda clasificarse para los play off, una hazaña que pondría el broche de oro a la gran temporada de los verdes en su primera campaña en la nueva categoría.
