La escenificación vivida en la asamblea de accionistas del jueves enseña un Club Deportivo Ourense que marcha camino a un abismo sin cuantificar
Dos semanas. Es lo que le podría quedar de vida al Club Deportivo Ourense, La escenificación vivida el jueves en la segunda convocatoria de la asamblea de accionistas enseña a un club inexorablemente camino de un abismo que todavía está sin cuantificar. El lunes es la fecha tope para que el club ourensano haga frente a los 164.000 euros que reclaman los futbolistas de las nóminas impagadas y que denunciaron federativamente. Sin posibilidad de conseguir liquidez y sin nadie haciendo gestiones con los denunciantes (el CDO ya no tiene Consejo de administración tras la aceptación de la dimisión por la junta) por lo que desde hace tiempo se sabe que la entidad necesitará un aval para seguir compitiendo en categoría nacional (125.000 euros si la cantidad final adeudada en menor a 100.000 euros, y 200.000 euros si la deuda supera los 100.000). Es el primer escalón. Un escalón más abajo está el descenso administrativo, en caso de no hacer frente a la deuda con los futbolistas antes de las 12,00 horas del 30 de junio. El último escalón, el de la desaparición.
Que en una cita vital como la de la asamblea del jueves estuviera representado sólo el 23 por ciento del capital social muestra a las claras el escaso interés que el CDO despierta en su accionariado. Así, todo se hace un poco más complicado.
Manuel Seoane, presidente del CDO justo antes de llegar el ahora saliente Alejandro Estévez, hizo movimientos para que un grupo de empresarios se hiciera cargo de la entidad. El representante de este grupo dijo que a comienzos de la próxima semana podría retomar las conversaciones y dado que nadie tomó el relevo de Estévez y compañía Seoane incidirá: "O luns poreime en contacto coa persona que estiven falando pero a verdade é que son pesimista xa que nestes 20 días non tiven ningún outro tipo de contacto máis. ¿O económico? Non sei se foi unha excusa pero estudiaron as contas céntimo a céntimo e non puxeron problemas nese sentido".
Más complicado
La situación actual es similar a la vivida por Seoane hace dos años aunque entonces "había negociaciónes avanzadas con xente para coller o clube e non estaba o problema máis grave, ter que pagar ós xogadores para non descender administrativamente".
