El Caja Rioja ha pasado en tres semanas de líder en solitario a recibir correctivos uno tras otro

Se pinchó el globo

El jugador del Caja Rioja DeForrest Smith, ante Ed Cage.
Ni en casa ni fuera. El Caja Rioja ha pasado en tres semanas de líder en solitario a ser vapuleado de forma consecutiva.
En Jerez comenzó a perder fuelle un equipo que hasta esa cita parecía intocable. Ganaba con solvencia y resolvía con aplomo los finales igualados. En Cádiz, los chicos de Jesús Sala no pudieron con la fe de los locales y con un Ontario Lett infalible.

La semana siguiente fue el Cornellá el que venció en el Palacio de los Deportes. Los catalanes tenían el partido resuelto poco después de comenzar la segunda mitad y acabaron ganando por 25. El viernes en Huesca se completó la trilogía y los oscenses derrotaron sin contemplaciones a un equipo que llegó a ir perdiendo por 20 puntos de diferencia.

En un abrir y cerrar de ojos, el Caja Rioja se ha desinflado. En el Pazo y el viernes en Palencia se jugará el seguir con los mejores y el poder aspirar a jugar una Copa en la que parecía con una plaza segura hace apenas un mes.

Un bloque sin fisuras

Pese a los borrones de las últimas semanas, los riojanos compiten una temporada más con los mejores y Jesús Sala y un bloque equilibrado como denominadores comunes. La vida ha seguido igual sin Stevie Johnson.

La primera medida de Sala fue mantener el núcleo del equipo, la segunda reforzarlo con dos jugadores de rotación pero con experiencia en la Liga, Sidney De Santana y Sergio Soria, y la tercera acertar un año más con los extranjeros. Entre todos forman un equipo larguísimo, equilibrado, con talento y experiencia. Un equipo en fin dispuesto a luchar por superar el gafe de la primera ronda de los play off.


Te puede interesar