El equipo de Chipi pierde fuelle en el grupo de aspirantes a la liga y el de Codeso sigue penúltimo y sin lograr un triunfo
No corren buenos tiempos para los equipos ourensanos en la Primera división de fútbol sala femenino. Al menos es lo que indican los resultados porque en cuanto a sensaciones sobre la pista estas son algo mejores: no supone la mayor de las complacencias pero menos es nada.
La derrota del Envialia en Os Remedios ante el Poio (3-4) y del Burgas en tierras gaditanas ante el Guadalcacín (4-3) supone que el equipo de Chipi pierda fuelle en el grupo de aspirantes al título de liga y que el de Codeso se mantenga penúltimo y sin estrenar el casillero de victorias.
El segundo traspié consecutivo de las blanquinegras las aleja del primer puesto del sensacional Roldán: seis puntos. Además, Atlético y Burela, ambos con 18 puntos, ya dan muestras de ser infalibles. En el tercer escalón de la liga Alicante y un Poio que también ha metido la directa (16 puntos).
Y ya después un Envialia al que dos derrotas por la mínima le meten en un brete, sobre todo teniendo en cuenta el calendario más próximo. No el partido del sábado, en el que juega con el UCAM en Murcia, pero sí los dos siguientes compromisos, en los que recibirá al líder Roldán y visita al Atlético. Serán las reválidas para un Envialia que si no quiere quedarse en tierra de nadie está obligado a salir vivo de estos envites. Todo un examen a comienzos del mes de noviembre para un equipo con las miras muy altas.
Más de lo mismo
El Burgas escribe la misma historia jornada tras jornada. Competitivo como el que más pero el lastre de las lesiones y sobre todo la falta de experiencia que cristaliza en unos últimos minutos en los que echa por la borda el enorme trabajo de todos los anteriores, le están pasando una factura demasiado cara. Tanto que las de Manolo Codeso marchan penúltimas y sin saber lo que es ganar. Con un solo punto en siete jornadas lo menos malo para el equipo es que la permanencia está a tan solo dos puntos.
Codeso lo tiene claro: "Hay que tener paciencia y seguir trabajando. Es verdad que por el momento no nos llega para sumar pero no es menos cierto que salvo ante Roldán hemos sido competitivas ante todos los rivales, estamos siempre metidas en partido y en algún momento la suerte tiene que cambiar. No sé lo que está pasando pero ahora no es momento de pedir más porque estas jugadoras están haciendo lo que pueden y un poco más. La plantilla es la que es teniendo en cuenta todos los problemas de lesiones en este inicio".
Y hace hincapié en que más allá de lo deportivo "lo que más me preocupa en este momento es la mentalidad, que el equipo no se venga abajo por pensar que hace las cosas mal porque no llegan los resultados. Es cierto que hay que empezar a sumar pero lo que no quiero ver es de nuevo al equipo destrozado como después de perder un doble penalti y encajar el 4-3 que supuso perder ante el Guadalcacín".
