El Plasencia, rival mañana (19,00 horas) del Aguas de Sousas, intenta evitar el descenso de categoría y con ello no mantener la preocupante línea descendente del club placentino en las últimas temporada.
Un Plasencia que soñó incluso con el ascenso a la Liga ACB con jugadores como Guillem Rubio, Nico Gianella, Pedro Robles o Terrence Stewart. Víctor Cuthbert , Ward, Poag o Triguero aún pasarían por allí las temporadas siguientes. De aquello quedan la directiva, el escudo y un pabellón que tampoco se parece en nada a la 'bombonera' de los mejores tiempos. Nostalgia en estado puro para un Plasencia que ahora tiene como meta sobrevivir en la LEB Plata. Y no lo tiene fácil.
El club salió a competir a última hora y con lo justo para no desentonar. Apostó por la experiencia en los nacionales y lo barato en los foráneos. Una plantilla con calidad para no pasar apuros que se rompió por la mitad tras la grave lesión de su indiscutible base titular, Néstor Zamora. Ahí empezaron los problemas. Faner, Cardito y Bayle han tenido que tomar el relevo en un puesto en el que Robles ha servido como comodín.
El cese de Rafa Gomariz como entrenador supuso un nuevo cambio de rumbo pero no sirvió como pócima para aliviar los males. En el parón de Navidad, la pareja de americanos se tomó unos días de descansó de más y poco después Thornton optó por abandonar el club. Todo eso con el equipo anclado en el pozo de la clasificación.
POCO A POCO
Ros y Robles han tirado del carro en un Plasencia en el que también se salvan Iglesias y Conejero, que completan Faner, Merino, Morales y el voluntarioso Bayle y al que Fonseca, el último en llegar, intenta equilibrar en la zona.
Pocos argumentos y demasiados hándicaps para un Plasencia que en la ida se dio una de sus contadas alegrías.
El club salió a competir a última hora y con lo justo para no desentonar. Apostó por la experiencia en los nacionales y lo barato en los foráneos. Una plantilla con calidad para no pasar apuros que se rompió por la mitad tras la grave lesión de su indiscutible base titular, Néstor Zamora. Ahí empezaron los problemas. Faner, Cardito y Bayle han tenido que tomar el relevo en un puesto en el que Robles ha servido como comodín.
El cese de Rafa Gomariz como entrenador supuso un nuevo cambio de rumbo pero no sirvió como pócima para aliviar los males. En el parón de Navidad, la pareja de americanos se tomó unos días de descansó de más y poco después Thornton optó por abandonar el club. Todo eso con el equipo anclado en el pozo de la clasificación.
POCO A POCO
Ros y Robles han tirado del carro en un Plasencia en el que también se salvan Iglesias y Conejero, que completan Faner, Merino, Morales y el voluntarioso Bayle y al que Fonseca, el último en llegar, intenta equilibrar en la zona.
Pocos argumentos y demasiados hándicaps para un Plasencia que en la ida se dio una de sus contadas alegrías.
