El Polígono mereció más

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photo_camera Rubén Villa celebra el agónico empate industrial ante la impotencia del meta Peri.

El portero suplente Ismael consiguió abrir el marcador para el Cortegada e hizo saltar las alarmas en el seno del cuadro industrial

Tanto el Cortegada como el Polígono entregaron una nueva versión de la incertidumbre y los nervios que se viven en estas instancias decisivas de la competición. Al final, en el Manuel Meijón hubo empate a un gol, pero con la sensación clara de que los industriales merecieron algo más que el punto conseguido en el cierre del encuentro.

El equipo de Miguel Sotelo, que acabaría siendo expulsado, supo tener el balón y a partir de ahí dominar a un rival que se limitó a defender con uñas y dientes un resultado en blanco que le era provechoso para sus intereses de cara a la salvación. De todas formas, Carlos dispuso de una ocasión clara que acabó rematando por encima del larguero.

Los industriales fueron más incisivos y pudieron abrir el marcador. Primero Adrián Bolaño no supo resolver delante del portero y más tarde un buen remate de Canal se estrelló en el travesaño.

También tuvo su oportunidad Saúl, pero su disparo se marchó algo desviado. Para colmo, Alex Díaz dejó el campo por un problema en su rodilla.

En el segundo tiempo el protagonismo siguió siendo patrimonio visitante, mientras el Cortegada intentaba sorprender mediante alguna jugada de contraataque.

Pero quién otra vez tuvo su momento de gloria para marcar fue Adrián Bolaño, pero su remate se estrelló en el larguero.

Un minuto, dos emociones

El portero suplente Ismael, que entró en el último cuarto de hora, se anticipó a una cesión del rival con Alberto e hizo saltar las alarmas en el seno industrial con el 1-0 y se aprestaba a plasmar un gran negocio para el Cortegada.

Pero nada más sacar de centro, el Polígono consiguió igualar al conectar de cabeza Rubén Villa un centro que terminó superando a Peri.

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