El australiano Matthews ganó en el Lago de Sanabria (Zamora) una etapa que atravesó el oriente ourensano desde Valdeorras hasta A Gudiña

La provincia salió de Vuelta

El colorido de los 'maillots' de los ciclistas, y el contraste con el color triste de la ceniza en los montes valdeorreses. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Michael Matthews (Orica), una bala de la nueva generación de ciclistas australianos, se llevó junto al Lago de Sanabria el primer esprín de la Vuelta Ciclista a España, en una jornada tranquila en la lucha por la general, que mantuvo al frente al 'Tiburón' italiano Vincenzo Nibali (Astana) después de que la ronda española hiciera su primera y última incursión en la provincia de Ourense en esta edición al atravesar el oriente de la provincia desde Valdeorras hasta A Gudiña y que atrajo a las carreteras ourensanas a numerosos aficionados al ciclismo.
Matthews es un chaval nacido en Canberra hace 22 años, que pide paso en la nueva generación de ciclistas australianos. Fue campeón del mundo en ruta sub 23 en 2010. A la primera oportunidad que ofrecía una Vuelta hostil con los velocistas, pescó su victoria más importante. Brilló con luz propia en la recta de meta que ponía fin a la quinta etapa que unió Sober y Lago de Sanabria, de 174,3 kilómetros.


CASI CUATRO HORAS Y MEDIA

El ciclista de las antípodas remató el trabajo del Orica con un tiempo de 4h.28:22. Su equipo se había dejado el alma por él en la caza de cinco aventureros que firmaron la estéril fuga del día. Matthews batió al argentino Maximiliano Richeze (Lampre) y al belga Gianni Meersman (Omega). Otros nombres como el estadounidense Farrar o el noruego Boasson Hagen, solo vieron de lejos al ciclista australiano.

La Vuelta se despidió de Galicia después de cuatro jornadas. Una tregua de finales en alto para adentrarse en la provincia de Zamora. Día para aventureros, e incluso para esprínteres. Para los pocos que hay en la nómina.

No estaban citados los favoritos. Hubo tregua. Nibali, 'cada día mejor', según dice, conservó la roja sin sobresaltos. Horner y Roche le siguen, sin opciones de nada; y Zubeldia sigue siendo, cuarto, el primer español.

De entrada fueron los aventureros los que apostaron por la sorpresa. Cinco: Antonio Piedra (Caja Rural), el colombiano Winner Anacona (Lampre), el francés Edet (Cofidis), el belga De Walle (Lotto) y el francés Courteille (Francaise).

Fueron cazados después de una buena panzada de kilómetros a 3,5 kilómetros de meta. Nada raro. Más extraño fue que cayeran algunas gotas del cielo. Un espejismo, algo así como lo que vieron los fugitivos apenas salieron de la localidad lucense de Sober.

El Orica se la jugó a una carta, con convicción y pedales a más de 60 por hora. Tuvo recompensa con su joven joya. Matthews, que dio brillo a su incipiente palmarés junto a las aguas del lago sanabrés.

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