Hace más de dos décadas que dejó los terrenos de juego como futbolista, aquellos que le dieron lo máximo como profesional: cinco trofeos Pichichi, dos Copas del Rey, una Copa de la Liga, una Supercopa de España, una Recopa de Europa o la internacionalidad, pero El Brujo disputó ayer un nuevo partido, en esta ocasión de la vida, no tan vital como el que disputó hace año y medio en una operación por una grave dolencia, pero igual de importante y emotivo.
Ante un auditorio entregado, Quini encandiló durante 90 minutos a los asistentes a El Legado de la Ourense: Escuela total de fútbol, un proyecto de la Diputación Provincial que coordina el técnico Aníbal Pereira.
Lo avisó al comenzar: Hablando no soy Valdano. Es cierto que su oratoria no es exquisita, pero sí lo es su saber estar, su humildad y su honradez. Como deportista lo logró todo, o casi todo, pero en el foro ha demostrado con creces que también sabe dejar huella como persona.
El Brujo se definió como una persona normal y corriente, como cualquiera, y se quitó méritos al decir que yo no jugaba un pimiento, pero metía goles, y todo gracias a mis compañeros, sin ellos no hubiera metido uno.
Una de las cuestiones que analizó Quini fue la diferencia entre el fútbol de su época y el actual, no sólo en lo deportivo, sino también en lo extradeportivo, y soltó algunas perlas: El fútbol de antes era más bonito. Ahora, el fútbol tiene poco de deporte, es para ganar dinero. Hay niños de ocho años que ya tienen representante, reconoció, y tuvo un recuerdo muy especial para los verdaderos trabajadores del fútbol: Admiro a mucha gente que no sale en los medios de comunicación, el que sin cobrar pinta el campo, lava la ropa, está con los jóvenes, admiro a esa gente. El día que no estén desaparecerá el fútbol de cantera.
LAS ANÉCDOTAS
Schuster me pedía las botas a Alemania
Varias fueron las anécdotas que el ex futbolista Quini, y ahora delegado del Sporting, contó al auditorio. Entre ellas, los entrenamientos a los que le sometía Carriega (el entrenador que lo hizo debutar) en Gijón: Eran terribles, nos llevaba a la playa y nos hacía correr por las dunas, y en el estadio subíamos y bajábamos las escaleras seguido. Se acordó también de manera especial de Bernd Schuster, en su época en el Barcelona: Estaba Helenio Herrera de entrenador y me lo puso de compañero de habitación, sin saber nada de español y yo nada de alemán. A los tres meses ya nos entendíamos. Era una persona que tenía su aquel, pero hicimos buenas migas. Me pedía botas de fútbol a Alemania.
LA CANTERA
Hay que intentar que los jóvenes se diviertan
Quini aconsejó a los monitores y entrenadores de cantera: Hay que intentar que los más jóvenes se diviertan con el fútbol, hay que dejarlos jugar a su aire. A la gente que trabaja con niños en el fútbol le diría que tengan y transmitan ilusión, que no miren para los resultados porque a veces ganar 16-0 no quiere decir que hayas hecho bien las cosas. Y también aconsejó a los padres: Mis hijos han jugado al fútbol pero nunca les he dicho cómo tenían que hacerlo. Veo a muchos padres que se ponen detrás de una portería y están todo momento diciéndole a sus hijos hacia dónde tienen que moverse o hacia dónde no. Llegará un momento en el que esos chavales no sepan qué hacer si no están sus padres. Hay que dejar al chaval libre para que desarrolle todas sus capacidades.
El secuestro, el Madrid, el Barça, Santillana...
Muchos rostros populares ourensanos, especialmente del mundo del fútbol, no se quisieron perder la charla de Quini. El público quiso saber, y le preguntaron, entre otras cosas por su secuestro. De los grandes señaló para qué quieren cantera, si total después fichan a golpe de talonario. Y reconoció que el número uno en el remate de cabeza fue Santillana.
Lo avisó al comenzar: Hablando no soy Valdano. Es cierto que su oratoria no es exquisita, pero sí lo es su saber estar, su humildad y su honradez. Como deportista lo logró todo, o casi todo, pero en el foro ha demostrado con creces que también sabe dejar huella como persona.
El Brujo se definió como una persona normal y corriente, como cualquiera, y se quitó méritos al decir que yo no jugaba un pimiento, pero metía goles, y todo gracias a mis compañeros, sin ellos no hubiera metido uno.
Una de las cuestiones que analizó Quini fue la diferencia entre el fútbol de su época y el actual, no sólo en lo deportivo, sino también en lo extradeportivo, y soltó algunas perlas: El fútbol de antes era más bonito. Ahora, el fútbol tiene poco de deporte, es para ganar dinero. Hay niños de ocho años que ya tienen representante, reconoció, y tuvo un recuerdo muy especial para los verdaderos trabajadores del fútbol: Admiro a mucha gente que no sale en los medios de comunicación, el que sin cobrar pinta el campo, lava la ropa, está con los jóvenes, admiro a esa gente. El día que no estén desaparecerá el fútbol de cantera.
LAS ANÉCDOTAS
Schuster me pedía las botas a Alemania
Varias fueron las anécdotas que el ex futbolista Quini, y ahora delegado del Sporting, contó al auditorio. Entre ellas, los entrenamientos a los que le sometía Carriega (el entrenador que lo hizo debutar) en Gijón: Eran terribles, nos llevaba a la playa y nos hacía correr por las dunas, y en el estadio subíamos y bajábamos las escaleras seguido. Se acordó también de manera especial de Bernd Schuster, en su época en el Barcelona: Estaba Helenio Herrera de entrenador y me lo puso de compañero de habitación, sin saber nada de español y yo nada de alemán. A los tres meses ya nos entendíamos. Era una persona que tenía su aquel, pero hicimos buenas migas. Me pedía botas de fútbol a Alemania.
LA CANTERA
Hay que intentar que los jóvenes se diviertan
Quini aconsejó a los monitores y entrenadores de cantera: Hay que intentar que los más jóvenes se diviertan con el fútbol, hay que dejarlos jugar a su aire. A la gente que trabaja con niños en el fútbol le diría que tengan y transmitan ilusión, que no miren para los resultados porque a veces ganar 16-0 no quiere decir que hayas hecho bien las cosas. Y también aconsejó a los padres: Mis hijos han jugado al fútbol pero nunca les he dicho cómo tenían que hacerlo. Veo a muchos padres que se ponen detrás de una portería y están todo momento diciéndole a sus hijos hacia dónde tienen que moverse o hacia dónde no. Llegará un momento en el que esos chavales no sepan qué hacer si no están sus padres. Hay que dejar al chaval libre para que desarrolle todas sus capacidades.
El secuestro, el Madrid, el Barça, Santillana...
Muchos rostros populares ourensanos, especialmente del mundo del fútbol, no se quisieron perder la charla de Quini. El público quiso saber, y le preguntaron, entre otras cosas por su secuestro. De los grandes señaló para qué quieren cantera, si total después fichan a golpe de talonario. Y reconoció que el número uno en el remate de cabeza fue Santillana.
