Recital de fútbol y goles

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El Allariz y Celanova  ofrecieron un espectáculo digno de dos aspirantes al ascenso que acabó con un empate a tres


Sin duda el encuentro entre Allariz y Celanova, en un horario nada habitual, fue un verdadero canto al fútbol que mantuvo la emoción hasta el último segundo con un empate a tres para enmarcar. Los visitantes consiguieron mantener su condición de invicto e igualar las 14 jornadas seguidas sin perder de la temporada 1995-96 y estuvieron a punto de superar la marca de siete triunfos seguidos en la Primera Galicia.

Desde el mismo arranque se observó a dos equipos con el objetivo puesto en la portería rival y donde el medio campo se transformó en una zona de transición. Los alaricanos sufrieron el primer contratiempo con la lesión de Kike, pro la entrada de Víctor Gallego le aportó seguridad e inteligencia para asociarse con Paco y Beto.

No sería extraño que llegara el primer gol, y cayó del lado local. Veloso fabricó una jugada para aplaudir de pie. En pocos metros se deshizo de dos marcadores con dos regates exquisitos y colocó un centro milimétrico a la cabeza de Anxo que, sin oposición y entrenando por el segundo palo, lo transformó en el 1-0.

El Celanova no se durmió y fue a por el empate, que llegó tras un derribo de Sobrino sobre Varandela dentro del área. Penalti que Yago Sanginés transformó engañando al portero. Era el 1-1.  Pudo aumentar el propio Yago Sanginés al aprovechar un fallo de Sobrino, pero su disparo final lo desvió Arón al córner. Sin embargo, a la salida de un saque de esquina llegó el 1-2, que llevó la firma de Miguel Nieto, que ganando por alto conectó un certero cabezazo.

Los locales gozaron en dos minutos de hasta tres ocasiones para igualar. Ismael blocó oportunamente un remate de Víctor Gallego, luego el propio mediocampista sacó un remate que tras desviarse en Julen el meta desvió al córner. A continuación salvó la defensa rival un tiro de Xoel y otro posterior de Sobrino.

LLUVIA DE GOLES

 En la segunda parte la intensidad del juego no decayó y las emociones tampoco. El central Sobrino conseguía aprovechar un despiste defensivo para poner el 2-2. 

Otra vez Yago Sanginés pudo marcar, pero salvó con lo justo Arón, pero volvió a asomarse un viejo zorro del área como Miguel Nieto que, ganando las espaldas a la defensa resolvió con una sutil vaselina el 2-3 que parecía definitivo. 

El Allariz no se rindió y Álvaro, desde la frontal del área, con un disparo raso ajustado al palo derecho superó la estirada de Ismael para establecer el 3-3 en el 86.

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