El Ribeiro volvió a calzarse las zapatillas en la tarde noche de ayer para iniciar la que será una nueva temporada en Primera División Nacional Masculina.
Nuevo nombre sin alusiones comerciales, con el propósito de asentar la nomenclatura del club más allá de una marca, pero misma esencia para el conjunto de Ribadavia, que aspira a repetir la buena temporada pasada, en la que lograron la permanencia de forma holgada y que solo se vio empañada por un arrastre a categoría autonómica (que no se hizo efectivo) por el descenso del Lalín desde Plata, conjunto del que eran filial en la 2020-2021.
Seguirá al frente de la máquina ribadaviense, Félix Mojón, en un equipo que tiene varias bajas con respecto al curso anterior, pero que ha sabido moverse en los despachos para sumar cinco piezas importantes.
Pablo Martínez (extremo izquierdo); Adrián Lomba (pivote de corte defensivo); David Costa (lateral o extremo); Ángel Rivero (pivote de corte ofensivo) y Jacobo Rodríguez (central), llamado a marcar la diferencia por su enorme calidad y conocimiento del juego, son las nuevas caras de un equipo que quiere dar un paso adelante en cuanto a objetivos.
En ese sentido, Mojón considera que “evidentemente nuestra idea pasa por lograr la permanencia cuanto antes, al igual que hicimos el año pasado. Después queremos mejorar el octavo puesto y situarnos lo más arriba posible, aunque no será fácil”.
Enfrente un grupo de competición muy igualado en el habrá cuatro favoritos para hacerse con el ascenso a División de Plata. “Lalín, Lanzarote e Ingenio, además del Xiria, van a ser los favoritos. Después el resto estamos todos en el mismo nivel más o menos y todo estará muy apretado a nivel clasificatorio”, reconoce el técnico ourensano.
Por delante, un mes y medio de pretemporada para afrontar con garantías un año exigente. El Ribeiro está de vuelta a la competición.
La Copa y un partido contra el Reconquista, los amistosos
La pretemporada del CDC Ribeiro ya está perfectamente planificada en la cabeza de Félix Mojón y el resto de su cuerpo técnico. Además de las horas de pista y acomplamiento de los nuevos jugadores al proyecto ourensano, tienen a la Copa Galicia como escenario de pruebas de cara al inminente comienzo del nuevo curso.
Sin una fecha de juego para disputar los octavos de final (será entre el 22 y 29 de agosto en Vigo), los ourensanos piensan en el Seis do Nadal B como el primer test que mostrará el trabajo realizado durante las tres semanas iniciales. En el caso de pasar de fase (algo con lo que cuentan los ourensanos) jugarían la siguiente ronda los días posteriores.
Además de la Copa Galicia, también han cerrado un amistoso contra un equipo que también repetirá en Primera Nacional, el Reconquista de Vigo, que tras una mala pasada temporada han reformulado su proyecto con la llegada de jugadores que han hecho crecer su competitividad, a priori. Será el 19 de septiembre, una semana antes de iniciar la competición ante el equipo con el que estaban vinculados el pasado curso, un Lalín que visitará el Pavillón de O Consello el 26 de septiembre con el objetivo de firmar los primeros puntos que le devuelvan a Plata lo antes posible.
