El Sala Ourense no falló en el Pazo y arrancó la liga con una victoria ante el Leis Pontevedra (4-3). Fue un triunfo sudado, porque el conjunto entrenado por Óscar Vivián no fue dueño del partido en ningún momento, a pesar de que casi siempre llegó la delantera en el luminoso, pero se encontró con un rival muy intenso que le complicó la vida desde el primer al último minuto y solo la sensacional actuación del meta local Dani le impidió llevarse algo positivo de la pista provincial. Gus y Fer marcaron para los locales en un primer acto que se cerró con 2-1 y en la continuación anotaron para el Sala Ourense Raúl Rivero y Guerra.
Al conjunto ourensano le costó entrar en partido. No concedía ocasiones ni se veía maniatado pero era incapaz de salir de la por momentos asfixiante presión pontevedresa. Pasado el minuto cinco y después de la primera rotación en ambos conjuntos los locales respiraron algo y empezaron a tener presencia en las cercanías del área rival, aunque sin desplegar el juego en estático ante un Leis que parecía estar mucho más cómodo. Aún así, el primer gol fue ourensano. Saque de banda y triple ocasión que remachó al fondo de la red Gustavo (1-0, minuto 8).
Pero las sensaciones eran las mismas, o incluso peores, porque el Leis metió una marcha más. Comenzó a crear peligro y en el minuto 10 logró el empate. En estático o en contras, los visitantes inquietaron la meta de un Dani que por entonces comenzó a ser protagonista del partido salvando a los suyos. Y cuando no fue él lo hizo el palo, como en la acción anterior al segundo gol local, culminada por Fer. El Leis ponía la intensidad pero la ventaja era del Sala Ourense, que se fue al descanso con un 2-1.
El guión en la segunda parte fue el mismo. El Leis incomodó primero y dominó después, pero el gol seguía siendo del Sala Ourense. Salida perfecta desde el cierre tras un robo de balón y Raúl Rivero envió un derechazo a la escuadra pontevedresa: 3-1, minuto 23.
La figura del meta local Dani cobró todavía más relevancia. Continuó salvando ocasiones del Leis, incluido un mano a mano, justo antes de que en el 26 llegara el 3-2.
El Sala Ourense no lograba reaccionar y fue entonces cuando Óscar Vivián sacó la pizarra en un tiempo muerto. Su equipo regresó a pista con portero atacante y en la primera jugada Guerra sorprendió con un tiro cruzado que se convirtió en el 4-2.
El gol hizo daño a un Leis que tenía siete minutos para reaccionar. Afrontó sus peores minutos pero a 3:02 del final dispuso juego de cinco y entonces llegó la segunda amarilla del local Arturo a 2:35. Tocaba defender con tres de pista, y pudo ser peor si los árbitros no perdonaran segundos después la roja a Bermejo en un empujón incomprensible con el balón parado. A 35 segundos del final llegó el 4-3 pero ya no hubo tiempo para más. Triunfo sudado, pero un triunfo
