Al Sala Ourense le falta regular el termostato. La alegría de su juego de ataque la ha ganado a costa de perder consistencia defensiva. Tanto, que el equipo de Óscar Vivián presenta el peor balance del grupo: 39 goles en 8 jornadas. Cierto es que casi el cincuenta por ciento los encajó en dos encuentros (nueve recibió en la segunda jornada en Valladolid ante el Universidad y otros tantos la pasada semana en Segovia), pero en ninguno de los demás choques logró bajar de los tres.
A pesar de este “desliz” que el conjunto ourensano necesita empezar a corregir cuanto antes si quiere estar en el grupo de los elegidos, el Sala Ourense está a tiro de todo. Santiago Futsal juega una competición diferente (22 puntos tras siete victorias y un empate, sin fallo), pero es algo que ya se sabía. Los demás siguen al alcance. La cuarta posición está a un partido para el equipo de Vivián.
El domingo, desde las 12:00 horas en el Pazo dos Deportes, cita ante el Coruxo FS, el equipo que sigue en la clasificación a los ourensanos. Dos derrotas consecutivas acumula el Sala Ourense, idéntico número de traspiés como local en sus duelos más recientes (1-6 ante el Santiago Futsal y 3-4 frente al Guardo, los dos primeros de la clasificación).
Otra derrota metería en un problema a los de Vivián, que deben recuperar la fiabilidad en casa.
