Pablo Rodríguez, décimo en el Mundial de BTT de Nové Mesto, regresó a Maceda aunque mañana viaja a Suiza para una cita de la Copa del Mundo
La prueba fue tan agónica que durante la misma no me dio tiempo a comprender cómo fue. Ahora ya pude recapacitar y también empiezo a saborear lo que supone ser décimo en mi primer Mundial en la categoría élite". Lo dijo ayer el biker macedano Pablo Rodríguez, todavía en Madrid haciendo escala para coger el vuelo definitivo viaje de casa.
Y el análisis, además de muy positivo, es claro: "Salió a pedir de boca, cuando partes el 35 y tienes por delante una prueba en la que todo el mundo rueda al cien por cien es casi imposible hacerlo mejor, me salió la carrera perfecta", añade.
Y Pablo Rodríguez se queda no solo con lo personal, si no con lo colectivo: "Nove Mesto tiene un trazado muy técnico, de los que más en todo el circuito mundial, y siempre nos ponen el San Benito de que los españoles siempre fallamos en este tipo de circuitos pero la verdad es que la carrera fue perfecta. La selección lleva trabajado muchísimo a nivel de técnica y de fuerza y la verdad es que pilotar toda la carrera en el top ten indica a las claras que el trabajo ha sido bueno y bien aprovechado".
Y añade: "Hace años, desde que Marga Fullana y José Antonio Hermida ganaban Mundiales y Copas del Mundo, la selección española nunca había logrado un éxito como el de esta prueba. Clasificar a cuatro corredores entre los 11 primeros no está al alcance de muchos en un Mundial. En este caso suiza no lo logró y la verdad es que por equipos estuvimos practicamente al nivel de los franceses, y eso es mucho decir. Supone una alegría para el BTT español".
No hay lucha interna
Pablo Rodríguez asegura que el ambiente en la selección dista mucho de la lucha interna que se trató de vender con motivo de la búsqueda de las plazas olímpicas: "Se está vendiendo la pelea interna y sin embargo se deja de lado el papel brillante y los buenos resultados, y no es así. Cada uno ha realizado su trabajo y todos tenemos méritos para ir. En ese sentido debemos estar tranquilos, lo bueno de haber alargado la toma de decisión de la selección para Río es que en este momento tome la elección que tome el seleccionador acertará. Lo importante es que confeccione un buen equipo, el que él crea que es el mejor, y nada más".
En este sentido el biker macedano reconoce que "busqué mi estado de forma óptimo para finales de mayo, coincidiendo con las pruebas de la Copa del Mundo en Alemania y Francia y es cierto que el hecho de alargarse la toma de decisión hace cambiar las cosas. El último mes ha sido de mucha presión, tanto física como mental, y hay que replantearse la preparación. Quedan dos meses de temporada y la actividad será de locos. El miércoles viajamos a Suiza para una nueva prueba de la Copa del Mundo, la próxima semana tenemos el Campeonato de España en Maceda, y siete días después estamos en Canadá compitiendo en otra cita de la Copa. Los seleccionados para los Juegos ya se quedan por allí y después todavía queda la parte final de la Copa del Mundo. Los próximos dos meses no habrá tiempo para nada", asegura Pablo. La elección del seleccionador es cuestión de horas.
