El Sala Ourense malgastó la primera bala después del regreso de Kike García al banquillo del Pazo. La derrota ante Segosala (5-6) supuso una doble decepción. En el fondo, por la derrota en sí, porque al conjunto ourensano le quedan ocho partidos para salir de la delicadísima situación clasificatoria en la que se encuentra (cuarto por la cola y con más partidos disputados quelos equipos que le preceden en la tabla). Y también por la forma, después de hacer un esfuerzo inmerso para recuperar el 0-2 abajo que se encontró de salida y por caer a 16 segundos del final.
El equipo ourensano afronta esta jornada uno de esos partidos que valen más de tres puntos. El rival es el Coruxo, el conjunto que le precede en ala tabla, si bien los vigueses tienen dos partidos menos. No ganar podría significar empezar a echar cuentas de verdad.
Seis son las jornadas que llevan los ourensanos sin ganar, con tres empates y otras tantas derrotas. El Coruxo está mostrándose intratable en casa, donde ha ganado ocho partidos y solo cayó ante Santiago y Ventorrillo.
