Sobrido, más gol para un Arenteiro que no descansa

Sobrido, con el Celta, en un partido ante el Alavés.
photo_camera Sobrido, con el Celta, en un partido ante el Alavés. (AD)
El nuevo delantero del equipo verde llega desde el filial del Alavés dónde estuvo las tres últimas temporadas

El Arenteiro está cerca de cerrar la plantilla para la próxima temporada. El último fichaje, José Francisco Sobrido González (7/4/1998- Ribeira), hace el jugador número 19 en un equipo al que le deben de quedar dos incorporaciones más para cerrar la plantilla.

El nuevo jugador verde, empezó en el Xuvenil de Aguiño, en Ribeira, dónde estuvo hasta acabar la etapa infantil. Lo fichó el Celta para el equipo cadete, dónde fue subiendo hasta el juvenil de División de Honor en una temporada inolvidable: "Fue un gran año, que terminó con la Copa de Campeones que jugamos en Ourense". La temporada siguiente hizo la pretemporada en el filial y terminó cedido en el Compostela en otro gran año. "Quedamos campeones de Tercera División y no ascendimos porque perdimos el último partido de la tercera eliminatoria, pero fue otra gran temporada".

Aunque José Sobrido hace una reflexión de lo complejo que es el mundo del fútbol. "Del equipo de División de Honor del Celta no salió ningún jugador y el que más arriba llegó Aarón Rey jugó en el Sabadell en Segunda División. Eso demuestra lo difícil que es llegar en este mundo" y tiene claro que además de tener las condiciones, hace falta "tener mucha suerte, que el entrenador confíe mucho en ti, que te respeten las lesiones, que el equipo vaya bien para que se atrevan a arriesgar contigo. Un montón de situaciones, pero es fútbol".

Tras el año de Santiago, le llegó una oferta del Alavés y no lo dudó. "Rescindí el contrato con el Celta y me fui. Primero jugué en el San Ignacio, en Tercera y también es filial, y la temporada pasada en el Alavés B en Segunda B", aunque la mala suerte en forma de lesiones no le ayudó: "Hace dos temporadas tuve un desgarro en el abductor y estuve seis meses parado y la pasada rompí una grasa que tenemos en el tobillo y me impedía caminar y luego una rotura de isquios".

Total, que lo tuvo claro: "Me vuelvo para casa a cargar pilas, tomármelo con calma y jugar en un sitio que me quieran y me ayuden a volver a ser el de antes". Y ese viene el Arenteiro: "Sin duda. Entre las ofertas que tuve, el Arenteiro fue el que más confianza me ofreció por eso no dudé en dar este paso".

Y termina: "Quiero ayudar al equipo a realizar una buena temporada, volver a disfrutar con el fútbol y olvidarme de las lesiones".

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