En la primera jornada vimos la mejor cara del equipo entrenado por Rubén Domínguez. Ayer la cara oculta, ésa que tiene todo equipo, mejor o peor disimulada y siempre misteriosa. Quedémonos en el término medio para calibrar el potencial de este equipo, sólo aspirante a la victoria si juega como tal.
No lo hizo contra el Gandía de un muy motivado Javi Alvarado -cuando era un pichón recién llegado a Ourense no rendía así- corto de plantilla y nada del otro mundo. Pero si el COB no baja el pompis, aprieta los dientes y se gana el pan con el sudor de la frente perderá contra éste y cualquier rival. En LEB Plata o en la Liga de mus. La derrota es ese cachete terapeútico que todo padre debe regalar a su hijo para devolverle al buen camino. El de la defensa y el juego en equipo. Para el entorno y la afición, un aviso de que no existe competición sencilla. Si crees ser el mejor o uno de ellos debes demostrarlo en cada oportunidad. Encajar y seguir.