TERCERA DIVISIÓN

Sufrida victoria del Barco

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photo_camera El centrocampista del Barco Rubén García frena de manera contundente al capitán del Ribadumia Fran Matos.

Los locales se llevaron los tres puntos en el tramo final de un partido que antes salvó el portero ourensano Macía con grandes intervenciones

El Barco rompió por fin el maleficio de Calabagueiros luego de derrotar al Ribadumia por 2-0. Aunque bien es verdad que le costó más de lo que se podía presuponer antes del comienzo del partido.

Y es que los locales, no entraron con buen pie en el encuentro. Por el contrario, si que lo hizo el equipo pontevedres, que al minuto mandó el primer aviso. El veterano goleador Changui puso a prueba a Macía, que demostró nada más comenzar, que podía ser su tarde. Y vaya si lo fue. Porque a los diez minutos desbarató la segunda oportunidad de un Ribadumia desmelenado sobre Calabagueiros.

Las primeras noticias de los locales llegaron al cuarto de hora. Javi Recamán habilitó una pelota franca sobre Mitogo, pero la vaselina de este se fue demasiado alta. Y dos minutos más tarde fue Diego Tato desde la izquierda el que, tras superar a su par, puso a prueba a un Manu Tabóas que resolvió con solvencia. El partido era muy abierto, con ocasiones para los dos equipos. Y el equipo que más cerca estuvo de romper el 0-0 inicial en esta primera parte fue el visitante. En el minuto 20, incomprensiblemente no lo logró. Una pelota colgada sobre el area la remató el Changui y un defensa salvó bajo palos cuando se colaba, el rechace lo recogió el onnipresente goleador visitante, pero su segundo remate se encontró con la felina intervención de Macia. Y antes de retirarse a vestuarios, Fran Matos bota una falta que se marcha lamiendo el poste de la portería local. Parecía que era la tarde de los rojillos. Y así iba a ser.

El Ribadumia, con uno menos

Comenzó la segunda parte, con buenas noticias para los locales. A los 57 minutos, una falta tan absurda como innecesaria de Jorge Fajardo, dejó a su equipo con diez. Javi Rey movio ficha y retiró a un defensa, Iñigo, para poner más artilleria, Carlos de Dios en banda izquierda. Y desde ese momento el Barco se adueño del partido.

Aunque el Ribadumia aún dió el último coletazo. Era el minuto 70 cuando Changui remato medio en plancha una pelota y cuando se cantaba el gol, apareció una prodigiosa mano de Macia que evitó el desastre. Y fin a la penuria.

El último cuarto de hora tuvo un claro dominador. El equipo local tocó arrebato. Primero Mitogo remató cerca del palo un tiro raso y más tarde Borja no acertó a rematar una pelota servida con mimo por Rubén García. Fue justo antes de que el colegiado decretase penalti por manos del visitante Gabi, que Javi Recamán se encargó de transformar con sangre fría.

Y de ahí al final faltaba la setencia. Avisó Rodri con un tiro cruzado, o Borja con otro nuevo remate que se fue alto. Hasta que llegó el 2-0. Mitogo sacó el tarro de las esencias. Controló una pelota en el area, supero a su marcador con un sobrero, y fusiló a Tabóas sin remisión. Partido sentenciado, tres puntos de oro, sufridos, muy sufridos, pero que valen su peso en oro.

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