El Campus Ourense cayó en viejos errores y dio vida en la clasificación a un Kaleido Universidad de Vigo que alberga esperanzas de salvar la categoría
El Campus Ourense de rugby ya es el peor equipo a domicilio de la competición. El pasado fin de semana, en un encuentro clave para olvidarse de los fantasmas de la zona baja y dejar sentenciado a un rival directo, el Kaleido Universidad de Vigo, el equipo que entrena David Monreal no supo afrontar la situación y fue a remolque durante los 80 minutos, repitiendo errores impropios de un equipo que aspira a una permanencia holgada.
La concentración, o la falta de ella en este caso, sumado al amplio repertorio de bajas, jugadores tocados y sancionados del Campus, fueron las claves de un partido que se les puso demasiado cuesta arriba. Dos ensayos en los compases iniciales de los dos tiempos marcaron el devenir de un partido marcado por los errores visitantes.
Incapaces de contener el empuje ofensivo de los vigueses, tan necesitados en la tabla como llenos de motivación, el Campus sufrió demasiado en la contención y no fue capaz detener los ataques de los universitarios.
En ataque, se repitieron los errores en los metros finales, algo habitual en los últimos encuentros. Quizá sobrepasados por la presión, los ourensanos perdieron demasiados balones cerca de la línea de ensayo, que terminaron por sacarles del encuentro.
De nuevo la aportación Jason Harvey fue determinante en que la anotación del Campus fuese próxima a la del rival y tuviesen opciones de lograr al menos un punto bonus, que finalmente no llegó.
Ahora, el prisma se altera de forma clara en la División de Honor B. Si antes de este partido la competición estaba apretada, ahora la zona media de la tabla se comprime un poco más, con cinco equipos en un partido y los tres colistas remontando a la desesperada.
En este sentido, la calma debe ser la tónica del Campus, que todavía tiene un encuentro como visitante ante otro de los equipos de la zona baja, el filial de El Salvador, y dos como local ante el segundo y tercer clasificado, el Bathco de Santander y el Zarautz.
Todo ello con la mirada puesta en la máxima categoría y los posibles arrastres que puedan producirse hacia el grupo A del Campus. Al ya casi confirmado descenso del Getxo, que suma tan solo 11 puntos en 17 jornadas, podría sumarse la de un Hernani que es penúltimo.
Más bajas, a tres semanas del final
Todo lo que no había pasado en la temporada anterior del Campus Ourense en cuanto a lesiones e imprevistos se está dando este año.
Sin Fer y Jaime lesionados para el resto de la temporada, este fin de semana se unieron a la lista Matt Kottier y Pam, ambos con luxación de hombro, lo que hace indicar que no estarán disponibles para los tres últimos choques.
Además, continúan con molestias físicas los neozelandeses Connor MacLeod, con un virus que le impidió entrenar toda la semana pasada y que le hizo jugar mermado, y Jack Fallon con un golpe en la zona de la cadera que le impide moverse con normalidad.
