Tiempo de aventura

La etapa con final en Luintra es un terreno propicio para que tenga éxito una escapada

El perfil de la etapa entre Monforte de Lemos y Luintra cumple con todos los tópicos de lo que un ciclista espera de las carreteras gallegas: continuo sube y baja, curvas cerradas y un terrero que no da tregua en ningún kilómetro. Especialmente en la segunda mitad de la jornada, con la subida al Alenza, de segunda categoría.

Se espera una jornada nerviosa, sobre todo tras la caída ayer en la meta de Lugo, con constantes romperpiernas en su parte final que puede eliminar a los velocistas puros y que sus equipos no trabajen. Los principales favoritos al maillot rojo no deberían pasar ningún tipo de apuro para mantener intactas sus opciones, pero sin permitirse ningún descuido o que se produzca alguna circunstancia adversa en carrera.

Desde que se supere el control de avituallamiento, en el que el pelotón se encontrará un paso a nivel que es de esperar no produzca ningún contratiempo, la carrera entrará en un sube y baja constan- te, en el que solo habrá un puerto puntuable, el Alto de Alenza, con 10,9 km al 5,1%

Luintra es uno de esos nombres que los ciclistas que justifican su presencia en La Vuelta tienen marcado en su calendario. Después de etapas demasiado duras para ellos y otras muy rápidas paras sus intereses, los valientes del pelotón tienen la ocasión de que la escapada cumpla con su objetivo.

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