Entrenador del Codigalco Carmelitas

Tito Fernández: ‘Es el momento de apostar por el baloncesto, es el deporte rey en Ourense’

Tito Fernández, en un partido de esta temporada.
Sin duda, Tito Fernández es uno de los ‘clásicos’ del baloncesto ourensano. Su nombre va ligado indiscutiblmente al de Allariz, pero en su currículum están buena parte de los clubes de la provincia. Además es uno de los ideólogos del proyecto actual de la Federación gallega de baloncesto.
Esta temporada regresó al baloncesto sénior en Carmelitas ‘porque ya no aguantaba más’ e intenta reflotar al equipo que ya ascendió a Nacional. La derrota ante el Aros hará daño al objetivo de la permanencia, pero no duda de poder llegar a buen puerto: ‘Si no perdemos la estela, creo que es un buen momento para que los equipos ourensanos en la LF2 podamos hacer cosas sólidas. El Pabellón, después de tantos años en la categoría, supongo que ya tendrá un poso, y el Carmelitas es sostenible con el proyecto actual’. Y añade que ‘deportivamente, tal y como estamos entrenando y jugando, creo que es cuestión de tiempo que lleguen los resultados. El único hándicap es el ánimo, pero ése es mi problema, el de que cada lunes las chicas lleguen motivadas. Estoy convencido que saldremos adelante’. Al resto del baloncesto ourensano lo ve en un buen momento para comenzar un proyecto global que dé buenos frutos a corto y medio plazo. Para ello ve clave invertir en lo que mejor conoce, los entrenadores.

Por la mañana dirigió el partido de su equipo, el Carmelitas, y por la tarde se desplazó hasta Lugo para unirse a las selecciones gallega que disputarán esta semana en Zaragoza los campeonatos de España infantil y cadete. El viernes regresará a Ourense para empezar a preparar el partido ante el Universitario de Ferrol.

Mucho ajetreo pero nada nuevo para un Tito Fernández que hace más de 25 años que decidió dedicar buena parte de su tiempo al baloncesto.

Esto ya no hay quién lo cambie, ¿no?

El baloncesto es parte de mi vida. Tengo tres pilares, la familia, el trabajo y el baloncesto. Si me faltase cualquiera de los tres lo pasaría muy mal.

¿Y las otras partes cómo lo pasan con usted?

A mi mujer ahora le gusta tanto o más el baloncesto que a mí.

Pues entonces...

Hay una canción de ‘Fito y los Fitipaldis’ que dice algo así como ‘mientras me aguanten los huesos yo quiero seguir cantando’, y yo lo mismo pero con el baloncesto (y se arranca a cantarla con no tanta facilidad como con la pizarra).

Allariz ha sido, es y será su casa familiar y deportiva...

Allí siempre estoy muy cómodo. En un pueblo, si haces las cosas con sentidiño la gente se implica fácilmente.

Y un sitio donde el baloncesto se vive intensamente...

Las escuelas siempre funcionaron y siempre se buscó gente buena que ayude a meterle la semilla a los más pequeños. La idea es siempre la misma, llegar hasta donde se pueda y donde se pueda estar cómodo.

¡Ay las villas!

Desapareció el baloncesto en las villas y es clave recuperarlo. En las villas, el ambiente de baloncesto siempre es bonito.

En general, ¿como ve el baloncesto ourensano?

Está muy claro que en Ourense el baloncesto es el deporte rey. Ningún deporte nos da lo que da el baloncesto, y no sólo por el COB. Por los dos equipos en LF2, por el ABO...

¿Es algo temporal o más estable?

Ahora mismo hay hambre de baloncesto, está resurgiendo. Vayas al partido que vayas hay mucha gente en la grada. Y en el Pazo ni digamos. El COB es muy importante siempre. Ahora se nota. Está bien y lo acelera todo y eso ayuda a todos los equipos que lo rodean.

Lo tiene claro.

Es el momento de apostar por esto, de apostar por el baloncesto. El trabajo social que está haciendo el COB es muy importante. En el colegio Carmelitas todas las niñas van a los partidos.

¿Alguna idea para colaborar?

Mi ideas es intentar que haya el mayor número de equipos posibles en la provincia hasta la edad. Si hay dos o tres buenos jugadores por equipo, mejor. Y que se junten en en uno, que podría ser el COB, para jugar torneos. Como hace el Real Madrid, que no tiene equipos ni infantil ni cadete.

¿Y en los banquillos?

Muchos buenos entrenadores ourensanos no están o se han ido retirando. Y si no los hay aquí hay que traerlos de fuera. Es algo en lo que merece la pena invertir.



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