Una vez finalizada la final de la Copa Davis entre España y Argentina, el capitán de la albiceleste, el ourensano Tito Vázquez, aprovechó la oportunidad en compañía de su amigo, el vasco Ramón, para darse una vuelta por el pueblo que lo vio nacer, La Armada, de donde con apenas tres años subió con sus padres en un barco rumbo a Buenos Aires. 'Fue después de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, una época tremendamente díficil', relata.
En la charla mantenida en la casa de su tía materna, ya que confesó que lo esperaban para comer pulpo en la feria de Celanova, recordó a sus padres, que se encuentran en el cementerio de Rabal, como 'muy trabajadores y durante toda su vida moralmente correctos, que me dejaron una lección de vida y esa integridad del ser humano'.
La pasión por el tenis le viene desde muy pequeño. 'Mi padre terminó trabajando en el Tenis Club Argentino, donde yo empecé a jugar desde los nueve años hasta que a los 17 me fui a estudiar a la Universidad de California. Él estaba encargado de los vestuarios, donde me acuerdo de dar toallas y pelotas, hasta encordaba raquetas a mano. A él lo querían mucho en el que quizá ea el menos club de tenis de la República Argentina', apunta.
Como los gallegos, Tito Vázquez es alguien que no para quieto. 'Creo que todo el mundo es igual. Ahora los argentinos emigran, como también los italianos, alemanes y el pueblo judío es un país migratorio'.
Habrá vuelto a pisar España una veintena de veces, 'especialmente después de la muerte de mi padre. Me tira la tierra, la gente, que me parece muy sana, muy simple. Galicia se ha mantenido relativamente un poco más lejos de las influencias turísticas, no es Barcelona o Madrid. A mí me gusta la montaña, la sencillez y me encanta Santiago'.
Ha podido constatar el capitán argentino de la Copa Davis que el tiempo parece haberse detenido en estos parajes gallegos 'ya que la casa en la que nací sigue intacta y en ella continúa viviendo una de mis tías'.
Si bien Argentina es su lugar en el mundo, donde tiene una hija muy linda, su casa y el club, 'no descarto que éste pueda ser un sitio para pasar un buen tramo de mi vida. Tenemos un piso en Ourense, que compró mi padre con mucho esfuerzo. Lamentablemente todavía no ha llegado el momento ya que sigo muy activo, pero siempre viene bien cambiar un poco las culturas y no estar influenciado por una sola manera de pensar. Ver que el mundo es un poquito más amplio y más diferente', subraya.
Tito Vázquez está al tanto de la crísis que vive Europa, y 'si bien supuestamente la Argentina no lo está en este momento hay una crísis muy grave a nivel político de los últimos 60 años y no le veo solución inmediata. El país es lindísimo, tiene de todo y pocos habitantes, es cuestión de cambiar la gente que lleva el control, pero lamentablemente es una enfermedad que ha crecido', finaliza el ourensano.
La pasión por el tenis le viene desde muy pequeño. 'Mi padre terminó trabajando en el Tenis Club Argentino, donde yo empecé a jugar desde los nueve años hasta que a los 17 me fui a estudiar a la Universidad de California. Él estaba encargado de los vestuarios, donde me acuerdo de dar toallas y pelotas, hasta encordaba raquetas a mano. A él lo querían mucho en el que quizá ea el menos club de tenis de la República Argentina', apunta.
Como los gallegos, Tito Vázquez es alguien que no para quieto. 'Creo que todo el mundo es igual. Ahora los argentinos emigran, como también los italianos, alemanes y el pueblo judío es un país migratorio'.
Habrá vuelto a pisar España una veintena de veces, 'especialmente después de la muerte de mi padre. Me tira la tierra, la gente, que me parece muy sana, muy simple. Galicia se ha mantenido relativamente un poco más lejos de las influencias turísticas, no es Barcelona o Madrid. A mí me gusta la montaña, la sencillez y me encanta Santiago'.
Ha podido constatar el capitán argentino de la Copa Davis que el tiempo parece haberse detenido en estos parajes gallegos 'ya que la casa en la que nací sigue intacta y en ella continúa viviendo una de mis tías'.
Si bien Argentina es su lugar en el mundo, donde tiene una hija muy linda, su casa y el club, 'no descarto que éste pueda ser un sitio para pasar un buen tramo de mi vida. Tenemos un piso en Ourense, que compró mi padre con mucho esfuerzo. Lamentablemente todavía no ha llegado el momento ya que sigo muy activo, pero siempre viene bien cambiar un poco las culturas y no estar influenciado por una sola manera de pensar. Ver que el mundo es un poquito más amplio y más diferente', subraya.
Tito Vázquez está al tanto de la crísis que vive Europa, y 'si bien supuestamente la Argentina no lo está en este momento hay una crísis muy grave a nivel político de los últimos 60 años y no le veo solución inmediata. El país es lindísimo, tiene de todo y pocos habitantes, es cuestión de cambiar la gente que lleva el control, pero lamentablemente es una enfermedad que ha crecido', finaliza el ourensano.
