Lo que me gusta es que el equipo sea honesto y trabaje para que lleguen los resultados. Sabemos que somos un conjunto que necesita del trabajo colectivo para ganar partidos, asegura Lisardo Rodríguez. El técnico del ABO lo tiene claro y sus jugadores parecen haber captado la idea rápido. Quizá porque tampoco varía mucho del alegato de su predecesor.
Ante el Xiria, los ourensanos dieron un paso casi definitivo hacia una salvación de la que nadie duda desde hace meses y que el equipo tiene merecida casi desde el pistoletazo de salida. No tenemos el agobio de tener que ganar para no pasar proble mas, reconoce Rodríguez.
Una vez más, el equilibrio fue la clave, con Conde, Vázquez y Díaz como alumnos aventajados del día, Pacreu como brazo ejecutor y Amorós, pese a la gripe, como lugarteniente de lujo. Que la aportación colectiva es decisiva e identificativa en el ABO es tan evidente como que el escolta catalán va varios pasos por delante de esta competición. Lo desquicien o no los árbitros.
La victoria deja a los ourensanos a una victoria de la tercera plaza, la última que da opción a disputar una fase de ascenso que ni se nombra pero en la que quién más y quién menos, anhela estar presente.
Valladolid es la próxima parada de un equipo sobre todo sólido.
Una vez más, el equilibrio fue la clave, con Conde, Vázquez y Díaz como alumnos aventajados del día, Pacreu como brazo ejecutor y Amorós, pese a la gripe, como lugarteniente de lujo. Que la aportación colectiva es decisiva e identificativa en el ABO es tan evidente como que el escolta catalán va varios pasos por delante de esta competición. Lo desquicien o no los árbitros.
La victoria deja a los ourensanos a una victoria de la tercera plaza, la última que da opción a disputar una fase de ascenso que ni se nombra pero en la que quién más y quién menos, anhela estar presente.
Valladolid es la próxima parada de un equipo sobre todo sólido.
