El Polígono se dio un gustazo en el campo de Os Carrís, dos goles de Gustavo supusieron la victoria ante un Barbadás que no pasó de la tercera velocidad, al fin y al cabo su guerra empieza más adelante. Qué menos para los amarillos que poder dedicarle la victoria a Iago, que abandonó el campo en ambulancia después de una interminable espera de media hora con el cuerpo presente tirado en el campo. Acabó la primera fase en la Preferente Galicia, segundos los de Agustín Ruiz, que claramente se han dejado ir en las últimas jornadas, una sola victoria en cinco partidos; colistas los de Emilio González, que sueñan después de una única derrota en ese mismo ciclo.
Despacito, despacito se jugó al fútbol en Barbadás, tanto que hasta los goles fueron más de entrenamiento que de competición. Iago Varela adelantó a los locales al cuarto de hora al aprovechar que Manu, uno de los centrales visitantes, lio la mundial. El resto fue sencillo, bastó con levantarle la pelota al guardameta. Siete minutos más tarde llegó el empate, Iago ganó la espalda de unos defensores más lentos que un Rosario y puso la pelota para que la empujase Gustavo.
Nada pasaba cuando Iago se fastidió el hombro. El resto fue surrealista, media hora tirado en el suelo. Ya camino del hospital seguro que al menos pudo festejar otro gol de Gustavo, el de la victoria.
