El club, fundado en el año 1945, puso fin a los festejos por su aniversario con un encuentro amistoso con el Melias
A pesar de las condiciones climatológicas, el Atlético Vilariño clausuró ayer en su campo de O Medo la celebración del 75 aniversario disputando un encuentro amistoso ante el Melias. Más allá del resultado final, que fue favorable a los visitantes por 0-1 (gol de Ángel), estuvo el regreso del público a la grada, que volvió a disfrutar nuevamente del fútbol provincial.
Antes del comienzo del partido, el club homenajeó a varios jugadores que vistieron la camiseta en distintas épocas, entre los que se encontraba el más veterano de todos, Antonio Nespereira que a sus 95 años se mostraba visiblemente emocionado por esta distinción, que dando las gracias y con buen sentido del humor provocó la sonrisa de más de uno al decir que igual regresa a los juveniles.
Bien es cierto que por culpa de la pandemia las celebraciones se tuvieron que retrasar ya que el club transita por su 76 cumpleaños desde que el primer presidente José Ramos le dio vida a este club que se federaría en la temporada 1969-70.
Cabe recordar que debió cambiar en aquel entonces su nombre original de Real Club Villarino por el de Atlético Vilariño. No fue este el único aspecto que tuvo que modificar la entidad. Antes que su camiseta adquiriera los actuales colores en 1956, el equipo que esta temporada regresa a la Primera Galicia llegó a lucir la del Boca Juniors, gracias a un gesto que tuvo un emigrante de Velle y más tarde sería Celso, familiar del directivo Antonio Álvarez 'Capi', el que les mando un juego de casacas del San Lorenzo de Almagro.
Sobre el terreno de juego, hubo varios cambios desde su inauguración en 1946, precisamente jugando un encuentro amigable ante el Melias. El presente de O Medo dista de aquel mítico campo de tierra para convertirse desde hace unos años en uno más de los ya existentes en la provincia de hierba artificial. La actual presidenta, Mónica Iglesias, remarcaba que en las últimas semanas se acabaron algunas obras como el cierre de la grada, "para que haya una mayor comodidad para nuestro público y aquellos que nos visiten. Ahora lo que espero es que nuestro equipo pueda mantenerse en la categoría, contamos con eso, pero habrá partidos complicados".
Uno de los miembros de su directiva, el secretario Manuel González se siente feliz por la vuelta del fútbol y que el club llegue con ilusión a este aniversario, "un momento que nos ha tocado vivir y no podíamos dejar de festejarlo junto a todo el pueblo de Vilariño".
Asimismo, tuvo palabras de agradecimiento "por la gran documentación que nos pasó la gente veterana de aquí, como es el caso de Antonio Álvarez, 'Capi' que cada vez que acudes a él te saca una hemeroteca y te habla de la historia viva del Vilariño, del cual es su máximo representante a día de hoy".
Aquellos duelos con el Melias
Con la lucidez de un adolescente y mientras caminaba pisando la hierba del nuevo campo, el 'Capi' como se lo conoce a quien fuera delantero del club durante 20 años, enfatiza que en aquel entonces no teníamos un terreno e íbamos a jugar al campo de la fiesta de Melias y que a pesar de haber cuatro castaños no las ingeniábamos para poder jugar. El primer amistoso ganamos 1-0 y el segundo aún como Real Club, por 5-1, pero como el tercero perdimos 5-2 la gente empezó a decir ¡claro! Los de Melias entrenan y vosotros no (risas).
Pero para este legendario jugador y directivo, el Atlético Vilariño siginica "fútbol, ya que antes solo había fiestas y cuando se fundó el club cambió todo y fue increíble cuando inauguramos el campo porque nunca vi tanta gente. También tengo muy presente que en la liga de 1972-73 vino el Seixalbo a jugar un partido importante de la liga de modestos y había coches aparcados hasta Velle, llegaron muchos aficionados de Rivela, Barra de Miño, Sabadelle, A Lonia y alguno desde la capital".
El actual alcalde de Pereiro de Aguiar, Luis Menor, destaca que "estamos hablando de un histórico de este concello y la provincia, donde creo que es el segundo más antiguo y desde luego es una entidad que respetamos y desde luego lo refleja la mucha afición que hay en una parroquia y puedo observarlo con plena pujanza y posibilidades de relevo, continuidad y un proyecto en crecimiento".
