Doce pelotas gigantes, en representación de las sedes del Mundial, fueron exhibidas en Copacabana para protestar contra el despilfarro
Doce balones gigantes pintados con cruces rojas, simbolizando las doce sedes del Mundial de fútbol Brasil 2014, fueron exhibidos ayer en la playa de Copacabana de Río de Janeiro en un colorido acto para protestar contra los elevados gastos del Gobierno brasileño en el evento deportivo.
Los balones, cada uno con dos metros de diámetro, fueron fijados en la arena de la playa más famosa de Brasil, alrededor de una improvisada construcción de madera simbolizando un tugurio y justo al frente del Copacabana Palace, uno de los hoteles más exclusivos de Río de Janeiro.
"Un Mundial en un país de miseria financiado con dinero público es un problema moral", decía el letrero que podía leerse en el montaje tanto en portugués como en inglés.
Conflicto del metro
El metro de Sao Paulo, la mayor urbe brasileña, volvió a operar normalmente ayer tras cinco días de huelga y a la expectativa de que sus empleados puedan decidir una nueva paralización para mañana, cuando la ciudad albergará el partido inaugural del Mundial de fútbol Brasil 2014.
El sindicato que los representa programó para hoy una asamblea en la que los trabajadores decidirán si suspenden definitivamente la huelga o si la reinician a partir de mañana. La paralización comenzó tras la decisión del gobierno regional de despedir a 42 huelguistas.
El inicio del conflicto es la negociación salarial entre trabajadores y la empresa.n
