El Barcelona se ganó el derecho a jugarse en casa el pase a la Final a Cuatro de la Euroliga de baloncesto tras dominar de principio a fin (60-70) al Panathinaikos en el mismísimo OAKA de Atenas e igualar la serie a dos, por lo que será el Palau Blaugrana el escenario que dicte sentencia.
En medio de un ambiente infernal, mermando de efectivos y al borde del KO, el conjunto que dirige Xavi Pascual demostró una vez más que si tiene una virtud esa es su tremenda competitividad.
Al contrario que en el tercer partido, el Barça no se dejó sorprender en los primeros minutos. Una zona 2-3 ejecutada a la perfección y una sorprendente fluidez en ataque le permitió abrir una pequeña brecha en el arranque del choque (4-11, minuto 7).
El conjunto azulgrana dominaba el rebote -especialmente el ofensivo-, ahogaba el ataque heleno y solo sufría para controlar al enorme Schortsanitis en la pintura.
El Barça aumentaría la diferencia hasta los 11 puntos al inicio del segundo cuarto (14-25, min.13) aunque el Panathinaikos apretó los dientes atrás y se acercó a cuatro puntos (27-31 al descanso).
Pero un inmenso Tomic enfriaría la reacción griega tras la reanudación (31-39, min.23). Huertas, Lorbek y sobre todo Navarro, se unieron también a la causa y el Barça se disparó hasta los 16 (35-51, min.26). Con Diamantidis desaparecido -acabó el partido sin anotar ni un solo punto- y el PAO negado desde el perímetro -5 de 23 en triples- era poco previsible una reacción helena. No la hubo. El Barcelona alcanzó una máxima de 17 puntos (40-57, min.32), y aunque el Panathinaikos llegó a ponerse a ocho (52-60) cuatro minutos después, Navarro se encargo de disipar cualquier duda con un par de triples marca de la casa (60-70).
Al contrario que en el tercer partido, el Barça no se dejó sorprender en los primeros minutos. Una zona 2-3 ejecutada a la perfección y una sorprendente fluidez en ataque le permitió abrir una pequeña brecha en el arranque del choque (4-11, minuto 7).
El conjunto azulgrana dominaba el rebote -especialmente el ofensivo-, ahogaba el ataque heleno y solo sufría para controlar al enorme Schortsanitis en la pintura.
El Barça aumentaría la diferencia hasta los 11 puntos al inicio del segundo cuarto (14-25, min.13) aunque el Panathinaikos apretó los dientes atrás y se acercó a cuatro puntos (27-31 al descanso).
Pero un inmenso Tomic enfriaría la reacción griega tras la reanudación (31-39, min.23). Huertas, Lorbek y sobre todo Navarro, se unieron también a la causa y el Barça se disparó hasta los 16 (35-51, min.26). Con Diamantidis desaparecido -acabó el partido sin anotar ni un solo punto- y el PAO negado desde el perímetro -5 de 23 en triples- era poco previsible una reacción helena. No la hubo. El Barcelona alcanzó una máxima de 17 puntos (40-57, min.32), y aunque el Panathinaikos llegó a ponerse a ocho (52-60) cuatro minutos después, Navarro se encargo de disipar cualquier duda con un par de triples marca de la casa (60-70).
