El cántabro Juan José Cobo se proclama en Madrid vencedor de la 66 Vuelta ciclista a España, por delante de los británicos Froome y Wiggins

El Bisonte se consagra

El eslovaco Peter Sagan, en el momento de adjudicarse la victoria en la última etapa. (Foto: JOSÉ MANUEL VIDAL)
El español Juan José Cobo (Geox) levantó los brazos en Cibeles como vencedor de la 66 edición de la Vuelta a España, una vez finalizada la vigesimoprimera y última etapa, de 95,6 kilómetros entre el circuito del Jarama y Madrid, en la que el eslovaco Sagan consiguió su tercer triunfo parcial.
Las matemáticas le dieron por fin la razón al 'Bisonte de La Pesa', que se consagró a los 30 años en una profesión que a punto estuvo de dejar el pasado mes de mayo por culpa de una depresión. No se fiaba de los 13 segundos que le separaban del británico Froome, pero el Sky no presentó batalla por las bonificaciones, sacó la bandera blanca y se conformó con colocar a su corredor revelación y a Wiggins en el segundo y tercer escalón del podio.

Hay sueños increíbles, por eso el Bisonte no se creyó que era el ganador de la Vuelta hasta que atravesó la pancarta de meta. Cuando despertó ya había alcanzado 'un sueño impensable, lo máximo', escena que se materializó en el podio, cuando el príncipe Felipe le entregó el trofeo de las espirales rojas al rey de la Vuelta.


EL CONQUISTADOR DEL ANGLIRU

Triunfo labrado metro a metro por el conquistador del Angliru, uno de los gregarios que junto a Froome han revolucionado la Vuelta 2011. El cántabro llegó a Benidorm al servicio de Menchov y Sastre y salió de Madrid por la puerta grande como ganador de su primera gran carrera por etapas, con la 'compensación a los malos momentos vividos' y convencido que en forma puede 'competir al máximo nivel'.

Profesional desde 2004 (debutó con el Saunier Duval), no destacó hasta 2009, cuando explotó con el triunfo en la Vuelta al País Vasco. Un año antes ganó una etapa del Tour de Francia en Hautacam, por descalificación de su compañero Piepoli, que dio positivo, como su compatriota y compañero Riccó. El equipo hubo de abandonar la carrera.

Después de aquel triste episodio le llegó el momento de fichar por un equipo grande, el Caisse D'Epargne, pero esa fase coincidió con su eclipse anímico. Prácticamente desahuciado retornó al Geox con Josean Fernández Matxín, con el que acaba de tocar el cielo con las manos.

La última etapa fue tranquila, aunque no se presenciaron las típicas escenas del brindis con el campeón. Había ciertas dudas, por si el Sky decidía reventar la fiesta protocolaria en los sprints intermedios. Era misión casi imposible, pero eso no le dejaba tranquilo al Bisonte, siempre muy competitivo.

Tres corredores se encargaron de abrir camino sin peligro alguno, Horrach, Benítez y Caruso. Entre ellos se repartieron unos intrascendentes segundos, los de la tranquilidad del líder. El pelotón los mantuvo a raya hasta que empezó la discusión por el sprint.


SAGAN, IMPLACABLE

Ganar en Madrid no es broma y el eslovaco Sagan se toma las cosas muy en serio. Firmó su tercer triunfo en la Vuelta, en el año de su debut. Eso es apuntar alto. Relegó a los italianos Bennati y Petacchi.

La Vuelta completó el podio con el francés Moncoutié como rey de la montaña por cuarto año consecutivo, un récord histórico. El holandés Mollema le quitó al español Purito Rodríguez el maillot por puntos en Madrid, la general de la combinada también se la llevó Juanjo Cobo y por equipos el mejor fue el Geox del Bisonte.

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