El Deportivo salva la categoría en el último suspiro, una vez los jugadores retiran las denuncias

Sobre la bocina

Aficionados del Deportivo esperan noticias de las reuniones. (Foto: DXT)
El Deportivo competirá en la Segunda división esta temporada después de haber salvado un 'match ball' cuando el plazo para que los jugadores retiraran las denuncias estaba a punto de expirar.
La solución llegó a tiempo para evitar el descenso administrativo a Segunda división B, que habría supuesto casi con total probabilidad la liquidación de la entidad gallega, inviable en la tercera categoría del fútbol nacional.

Poco antes de las once de la noche, a poco más de una hora para que se cerrara el plazo, la Liga de Fútbol Profesional, el Deportivo, el sindicato de futbolistas y los jugadores de la primera plantilla de las temporadas 2011-12 y 12-13 informaban que habían llegado a un acuerdo.

Finalmente, los jugadores encontraron un avalista a las cantidades que se les adeudaba y que no eran cubiertas por la administración judicial y retiraron las denuncias. Éste era un requisito indispensable para que el club no descendiera de categoría.

La AFE pagará las cantidades que se le debe a los jugadores y ejecutará el aval del tercero que se ha comprometido a abonar ese dinero, salvando in extremis al Dépor.

Faltaba que los acreedores más relevantes del club accedieran a desbloquear las cantidades necesarias para afrontar el pago de las nóminas de los jugadores desde que el club entró en concurso de acreedores el pasado mes de enero.

Quedaban sesenta minutos por delante y las partes que suscribían el comunicado le habían pasado la 'patata caliente' a los acreedores. Esperaban que el resto de miembros de la mesa negociadora actuaran 'con la misma diligencia y responsabilidad'.

Después de unos momentos de incertidumbre, a los medios de comunicación se les filtraba que la plaza en Segunda división estaba garantizada.

Al lado de los periodistas, en la calle, delante del edificio en el que se encuentra el céntrico despacho de abogados en el que el futuro del Deportivo estaba en juego desde las cinco de la tarde, trescientas personas se tomaban la revelación como una victoria.

Pero faltaba la firma definitiva del acuerdo, que según ha trascendido puede incluir una fecha de caducidad al mandato del presidente del club, Augusto César Lendoiro, y la entrada de representantes de los acreedores en el Consejo de administración.

Porque la continuidad del presidente Lendoiro era otro de los flecos en la operación. El dirigente habría aceptado irse pero al final de la temporada 2013-14, mientras los administradores le ofrecieron quedarse hasta diciembre y sustituirle luego por una persona de su confianza.

'Podemos anunciar que la LFP, el RCD de La Coruña, AFE y los futbolistas han alcanzado una solución satisfactoria para los intereses del deportivismo', indicó el comunicado que publicó el club en su página web. Era el fin a muchas semanas de incertidumbre.

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