Bola de partido para Purito

 El ciclista español Joaquim 'Purito' Rodríguez, del equipo Katusha (Foto: EFE)
Joaquim 'Purito' Rodríguez, líder de la Vuelta, y Alberto Contador, aspirante al título, afrontan el tramo final de la carrera separados por 28 segundos, escaso tiempo que obliga al catalán a no fiarse de su rival y al madrileño a arriesgar a fondo para enjugar la desventaja, retos para un mismo objetivo con un día y un escenario claves: próximo sábado en la Bola del Mundo.
El mundo se abre ante Purito, un ciclista que espera tranquilo la oportunidad de su vida. Se quedó sin el Giro por 16 segundos, pero tiene la Vuelta a tiro a sus 33 años. Espera con cautela un fin de semana que puede ser fantástico, pero sin fiarse 'ni un pelo' de un rival que 'no es Perico de los Palotes'. Se trata de Alberto Contador.

Será su madurez como ciclista y como persona, será la confianza que otorga el maillot rojo, lo cierto es que Purito tampoco tiene miedo a nada ni a nadie. 'Respeto mucho', pero teniendo claro que el principal rival de Purito es él mismo. Si es el rey de los muros, con tres etapas ganadas, si pasó con nota la contrarreloj tan temida de Cambados y ha aguantado el vendaval de ataques de Contador, el líder del Katusha se ha ganado la condición de indiscutible candidato. Sin miedo a la derrota.

Esa etiqueta la aceptan sus rivales directos, incluido Contador, quien echa en falta una cronometrada final, como en el Tour o haber tenido un puerto en condiciones cerca de meta 'para atacar de lejos'. ¿Excusas?. El recorrido se conocía desde enero, y eso lo admite Contador, que no obstante rechaza tirar la toalla.

Anuncia batalla. 'Lo voy a intentar hasta el final con todas mis fuerzas, Cada uno tiene su estilo de correr y ése es el mío, no sé correr de otra forma. Si no, me engañaría', reflexiona el doble ganador del Tour en su hotel de Comillas, donde trató de recuperar energías después de la paliza en el Cuitu Negru.

Purito y Contador, ambos pensando también en el Mundial de Valkenburg, van a ser los protagonistas en lucha por primer escalón del podio. Un simple puñado de segundos obliga a cuidar el menor detalle. Por eso el catalán, tras la experiencia frustrante del Giro, anda con pies de plomo. No quiere oír de festejar nada, porque 'aún queda mucha Vuelta'.

Tampoco descorcha el champán Alejandro Valverde, a pesar de que tiene casi asegurado el tercer puesto. Irá a su negocio: cuidar lo que tiene, sin entrar en el juego de las dos figuras estelares. El murciano sigue mirando de reojo al británico Chris Froome, ya descolgado de la pelea después del tríptico de montaña astur-leonesa, y eso que la clasificación refleja un dato aclaratorio. Al subcampeón del Tour lo tiene a casi 3 minutos.

Para despejar las dudas restan cinco etapas, sólo dos, salvo sorpresas, susceptibles de cambiar el orden establecido: la del miércoles entre Santander y Fuente Dé, con un puerto de segunda para terminar, y la del sábado en la sierra de Madrid, dura jornada con los puertos de Navafría, La Morcuera, Cotos y la Bola del Mundo.

La Bola adivinará desde sus 2.247 metros de altura el nombre del vencedor final. Pero antes Purito y Contador medirán sus fuerzas por última vez en esta Vuelta. Enésimo duelo, el definitivo en 3,4 kilómetros, donde han de enfrentarse con rampas de hasta el 22 por ciento. Una sucursal, algo más suave, del reciente Cuitu Negru.

Contador sacará la artillería que le quede en casa, en terreno trillado. Eso no intimida a su oponente, que no estará solo, ya que 'ya se están preparando varios autocares desde mi tierra', dice. También le acompañará la magia del maillot rojo. Lo demás está claro: seguir la rueda de su rival, que también estará al rojo vivo.

Tras la segunda jornada de descanso en tierras cántabras la Vuelta vuelve a la carretera para la disputa de la decimoséptima etapa entre Santander y Fuente Dé, de 187,3 kilómetros. Un final elevado que pondrá en alerta a los favoritos.

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