Carlos Sastre (Cervelo) defenderá su corona de 2008 en el Tour de Francia, una prueba que se presenta como es habitual atractiva y emocionante, y donde la buena nómina de aspirantes la encabezan Alberto Contador (Astana) y el australiano Cadel Evans (Silence-Lotto).
El abulense y el madrileño, ganador en 2007 y ausente el año pasado por el veto de la organización a su equipo por los casos de dopaje, encabezan las bazas del ciclismo español, acaparador en las tres últimas ediciones de la victoria y que quiere seguir siendo el 'rey' de la 'Grande Boucle'.
La edición 2009 será novedosa en su recorrido, dejando atrás la tradición, con la decisión final en el Mont Ventoux, antes de la crono larga, y el retorno de una contrarreloj por equipos que puede ser bastante importante. En principio, este diseño favorecería a Sastre y Contador, sobre todo al segundo, mucho mejor en la lucha contra el reloj, con un equipo mejor y que aún le quedaría la 'bala' del coloso alpino.
Sin embargo, el corredor criado en El Barraco dio el verano pasado un salto de calidad. Su demoledor ataque en Alpe d'Huez le dio la victoria cuando nadie parecía contar con él y demostró que puede ser un serio aspirante en las 'grandes'.
Además, el actual campeón supo coger el liderazgo de un equipo, el ahora Saxo Bank, donde había otros 'gallos' comos los hermanos Schleck, Franck y Andy, bien situados en la general, pero que quedaron a un lado con la demostración del español en las 21 curvas.
Igualmente, Sastre viene en un buen pico de forma tras participar en el Giro de Italia, donde volvió a dejar credenciales de su categoría en los puertos y donde sólo un mal día, algo que en el Tour no se puede permitir, le privó de haber podido hacer podio.
CONTADOR QUIERE REVANCHA.
De todos modos, en el Cervelo no hay dudas de quien es el jefe de filas, aunque el potencial de la formación dista mucho de su anterior equipo, un dato también a tener en cuenta y que no le sucede a Alberto Contador. El madrileño acude con ganas de revancha por lo sucedido en 2008 y la prohibición de que el campeón no pudiese defender su título. Seguramente, es el gran favorito, pero puede tener el 'enemigo' en casa.
Y es que, aunque Johan Bruyneel ha dejado claro que se merece ser el líder del Astana, el de Pinto viene acompañado por Lance Armstrong, siete veces ganador del Tour y que, aunque no rindió demasiado bien en el Giro, se puede transformar en 'su' ronda, lo que puede trastocar toda la planificación pese a que el mensaje es que será la carretera la que otorgue los galones.
Al ciclista texano le puede pesar ya la edad (cerca de los 38 años), pero tiene mucho peso y conoce a las mil maravillas esta carrera, y también tiene cierto ánimo de revancha porque la organización nunca le ha tenido entre sus corredores predilectos pese a sus siete éxitos consecutivos.
El conjunto kazajo acude con un potente equipo donde también están el estadounidense Levi Leipheimer, discreto en mayo, y el alemán Andreas Kloden, dos veces en el podio de la 'Grande Boucle' (2004 y 2006). Los cuatro son grandes contrarrelojistas y van bien en la montaña, lo que les convierte en la escuadra a vigilar y una de las favoritas para la crono por equipos donde puede salir fortalecido Contador.
El ciclista madrileño viene de ganar el Campeonato de España Contrarreloj, en un recorrido largo (47 kilómetros), y ha brillado sin demasiado esfuerzo en la Dauphiné Libéré, donde marcó a Evans y decidió no atacar a Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne), aunque tampoco debe olvidar su 'pájara' en la París-Niza.
EVANS, MENCHOV Y LOS SCHLECK.
Precisamente, el murciano será uno de los grandes ausentes del Tour, donde se presentaba como uno de los animadores y tercera baza española. Sin embargo, no ha podido en su 'batalla' contra el CONI y su suspensión de dos años por suelo italiano, por donde discurre la ronda este año durante su decimosexta etapa. Su ausencia dará mayor protagonismo a Óscar Pereiro, que inició la actual 'cosecha' de victorias españolas, en 2006, y a Luis León Sánchez, ganador de la París-Niza.
Los peligros a nivel internacional vienen encabezados por Cadel Evans, segundo en las dos últimas ediciones y que ha mostrado un buen nivel en la Dauphiné y que es un seguro en la contrarreloj, lo que le coloca en buena disposición. Sin embargo, el oceánico, poco acostumbrado a atacar, se ha quedado a última hora sin uno de sus lugartenientes, el holandés Thomas Dekker, golpeado por el dopaje, lo que merma el ya discreto potencial del Silence-Lotto.
Los hermanos Schleck, Frank y Andy, sobre todo el pequeño, sin la presencia de Sastre, también tienen que ser tenidos en cuenta, visto como andaron en 2008; mientras que el ruso Denis Menchov (Rabobank), tercero el año pasado tras la descalificación del austriaco Bernhard Kohl, viene de ganar el Giro con cierta solidez y afronta esta 'Grande Boucle' muy bien situado en el aspecto anímico.
La edición 2009 será novedosa en su recorrido, dejando atrás la tradición, con la decisión final en el Mont Ventoux, antes de la crono larga, y el retorno de una contrarreloj por equipos que puede ser bastante importante. En principio, este diseño favorecería a Sastre y Contador, sobre todo al segundo, mucho mejor en la lucha contra el reloj, con un equipo mejor y que aún le quedaría la 'bala' del coloso alpino.
Sin embargo, el corredor criado en El Barraco dio el verano pasado un salto de calidad. Su demoledor ataque en Alpe d'Huez le dio la victoria cuando nadie parecía contar con él y demostró que puede ser un serio aspirante en las 'grandes'.
Además, el actual campeón supo coger el liderazgo de un equipo, el ahora Saxo Bank, donde había otros 'gallos' comos los hermanos Schleck, Franck y Andy, bien situados en la general, pero que quedaron a un lado con la demostración del español en las 21 curvas.
Igualmente, Sastre viene en un buen pico de forma tras participar en el Giro de Italia, donde volvió a dejar credenciales de su categoría en los puertos y donde sólo un mal día, algo que en el Tour no se puede permitir, le privó de haber podido hacer podio.
CONTADOR QUIERE REVANCHA.
De todos modos, en el Cervelo no hay dudas de quien es el jefe de filas, aunque el potencial de la formación dista mucho de su anterior equipo, un dato también a tener en cuenta y que no le sucede a Alberto Contador. El madrileño acude con ganas de revancha por lo sucedido en 2008 y la prohibición de que el campeón no pudiese defender su título. Seguramente, es el gran favorito, pero puede tener el 'enemigo' en casa.
Y es que, aunque Johan Bruyneel ha dejado claro que se merece ser el líder del Astana, el de Pinto viene acompañado por Lance Armstrong, siete veces ganador del Tour y que, aunque no rindió demasiado bien en el Giro, se puede transformar en 'su' ronda, lo que puede trastocar toda la planificación pese a que el mensaje es que será la carretera la que otorgue los galones.
Al ciclista texano le puede pesar ya la edad (cerca de los 38 años), pero tiene mucho peso y conoce a las mil maravillas esta carrera, y también tiene cierto ánimo de revancha porque la organización nunca le ha tenido entre sus corredores predilectos pese a sus siete éxitos consecutivos.
El conjunto kazajo acude con un potente equipo donde también están el estadounidense Levi Leipheimer, discreto en mayo, y el alemán Andreas Kloden, dos veces en el podio de la 'Grande Boucle' (2004 y 2006). Los cuatro son grandes contrarrelojistas y van bien en la montaña, lo que les convierte en la escuadra a vigilar y una de las favoritas para la crono por equipos donde puede salir fortalecido Contador.
El ciclista madrileño viene de ganar el Campeonato de España Contrarreloj, en un recorrido largo (47 kilómetros), y ha brillado sin demasiado esfuerzo en la Dauphiné Libéré, donde marcó a Evans y decidió no atacar a Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne), aunque tampoco debe olvidar su 'pájara' en la París-Niza.
EVANS, MENCHOV Y LOS SCHLECK.
Precisamente, el murciano será uno de los grandes ausentes del Tour, donde se presentaba como uno de los animadores y tercera baza española. Sin embargo, no ha podido en su 'batalla' contra el CONI y su suspensión de dos años por suelo italiano, por donde discurre la ronda este año durante su decimosexta etapa. Su ausencia dará mayor protagonismo a Óscar Pereiro, que inició la actual 'cosecha' de victorias españolas, en 2006, y a Luis León Sánchez, ganador de la París-Niza.
Los peligros a nivel internacional vienen encabezados por Cadel Evans, segundo en las dos últimas ediciones y que ha mostrado un buen nivel en la Dauphiné y que es un seguro en la contrarreloj, lo que le coloca en buena disposición. Sin embargo, el oceánico, poco acostumbrado a atacar, se ha quedado a última hora sin uno de sus lugartenientes, el holandés Thomas Dekker, golpeado por el dopaje, lo que merma el ya discreto potencial del Silence-Lotto.
Los hermanos Schleck, Frank y Andy, sobre todo el pequeño, sin la presencia de Sastre, también tienen que ser tenidos en cuenta, visto como andaron en 2008; mientras que el ruso Denis Menchov (Rabobank), tercero el año pasado tras la descalificación del austriaco Bernhard Kohl, viene de ganar el Giro con cierta solidez y afronta esta 'Grande Boucle' muy bien situado en el aspecto anímico.
