El argentino cierra el debate con dos goles ante el Espanyol que acabaron con una mala racha de seis partidos seguidos sin marcar

El carpetazo de Higuaín

Higuaín celebra el primero de los goles contra el Espanyol. (Foto: VÍCTOR LERENA)
Gonzalo Higuaín se reivindicó el domingo contra el Espanyol. El internacional argentino acabó ante los barceloneses con una racha de seis partidos sin marcar y una semana llena de sobresaltos.
El Pipita vivió siete días intensos antes del inicio del partido ante el conjunto periquito. Es más, lo jugó con cierta ansiedad. Así lo demostró cuando por fin marcó, después de haberse desquiciado en la primera parte.

Ése era el fruto de la tensión acumulada durante siete días interminables. En ellos se habló de una posible salida a final de temporada. De un posible trato con el City para intercambiarle con su compatriota Sergio Agüero. O de las imágenes del encuentro ante el Rayo Vallecano, con Mourinho pidiéndole más presión, más intensidad y abroncándole porque no había robado ningún balón.

Todo explotó cuando marcó. Un gran pase de Kaká en la reanudación acabó con un remate del Pipita. Sacó entonces toda su rabia acumulada. Saltó, se abrazó con sus compañeros, arengó a los aficionados y su rostro cambió. De serio pasó a ser feliz.

No encontraba el camino del gol desde el mes de enero, cuando lo logró ante el Mallorca. Habían pasado demasiados partidos sin marcar, seis en concreto. Y con esas cifras, el nombre de Higuaín, con el terreno comido por su rival en el puesto, el francés y ahora lesionado Benzema, salió a relucir en todos los focos informativos.

Sin embargo, desde el club siempre han defendido el trabajo del Pipa. Primero lo hizo Mourinho en sala de prensa antes del encuentro ante el Espanyol.

'Higuaín es uno de los mejores delanteros centro del mundo. Sólo un entrenador estúpido querría que se marche. Aunque no haya marcado goles en los partidos anteriores no deja de ser uno de los mejores del mundo en su posición', explicó.

Higuaín ha jugado con el Madrid 150 partidos en la Liga, en los que ha marcado 85 goles en 9.586 minutos. Promedia más de un tanto por encuentro, 1,16. Y alguno de ellos ha dado títulos.

Por eso, el Bernabéu ovacionó el domingo a uno de sus futbolistas más queridos. 'Muy contento. A veces no hay palabras para describir estos momentos. Necesitaba el cariño del Bernabéu y lo he tenido', subrayó.

El foco informativo pasa de largo. Ahora le tocará el turno a Carvalho. Los números hacen saltar la liebre. Sobre todo en el Madrid.

Te puede interesar