El Celta de Eusebio tampoco sabe ganar

El central santiagués Rubén intenta controlar el balón.  (Foto: AD)
El Celta continúa con su particular caída en picado después de encadenar la undécima jornada sin vencer, la cuarta con Eusebio Sacristán en el banquillo, y no pudo pasar del empate inicial ante un Albacete que acabó con sólo ocho jugadores.
El Celta regaló el primer tiempo. El conjunto de Eusebio saltó al césped excesivamente nervioso, sin tensión, y eso provocó que su aburrido y pésimo fútbol apenas inquietara a su rival.

Su bagaje ofensivo en los primeros 45 minutos se limitó a un disparo desviado de Óscar Díaz, muy poco para un equipo que empezó la temporada con el objetivo de luchar por ascender y que ahora sufre para no bajar.

En la reanudación, el Celta entró con otra actitud y en diez minutos pisaron los de Eusebio más veces el área visitante que en todo el primer tiempo.

Aún con media hora de juego por delante, el Albacete sufrió la primera de sus expulsiones. Con uno más, el Celta encerró a su rival en su campo, se adueñó del balón, pero las prisas y su excesivo juego en largo evitaron que sus atacantes pudieran sacar a relucir su calidad individual.

No obstante, en los últimos minutos el asedio gallego aumentó. A falta de ocho minutos para el final, primero Trashorras y después Michu enviaron a los postes.

CELTA: Notario; Edu Moya, Rubén, Jordi, Fajardo; Trashorras, Oubiña (Rosada, minuto 46), Renán (Michu, minuto 78); David Rodríguez, Dinei y Óscar Díaz.

ALBACETE: Cabrero; Gil (Alberto, minuto 85), Iker Begoña, Mainz, Tarantino; Kitoko, Verza; Marcos Navas (Peña, minuto 90), Merino (Trotta, minuto 64), Jaime; y Toché.

ÁRBITRO: Lizondo Cortés, valenciano. Expulsó a los visitantes Kitoko (minuto 58) y Trotta (minuto 87) por doble amonestación, y a Alberto (minuto 92) con tarjeta roja directa. Además, mostró tarjeta amarilla a Oubiña y Trashorras por parte del Celta y a Mainz y Verza por parte del Albacete.

INCIDENCIAS: encuentro correspondiente a la trigésima jornada de la Segunda división disputado en el estadio de Balaídos ante cerca de 5.000 espectadores.

Te puede interesar