Lo despidió en A Madroa, lo recibió en Bilbao y hoy casi 800 celestes estarán en Mendizorroza para soñar juntos
Por si había dudas sobre la ilusión que genera el partido de esta noche en Vitoria, una entusiasta representación del celtismo se acercó ayer a A Madroa para despedir al equipo antes de subir al avión hacia tierras vascas. Y otra reducida –en número, que no en ánimo– representación recibió a la expedición al aterrizar en Bilbao, en este caso con la peña celeste bilbaína Zeru Urdin de instigadora. Y todo este apoyo tendrá hoy continuidad con los cerca de 800 celtistas que se personarán en Vitoria y en el estadio de Mendizorroza tras salvar por carretera y en autobús, la mayoría de ellos, los más de 650 kilómetros que separan los hogares de los dos equipos que aspiran a la gran final.
No se espera que el estadio vitoriano esté completamente lleno, pues ayer todavía quedaban localidades a la venta y la Copa del Rey no entra dentro de los abonos de los más de 15.000 socios del Alavés. Sin embargo, el ambiente será el de las grandes citas, con recibimiento en el estadio al bloque de Mauricio Pellegrino y mosaico de la afición local incluido.
La afición celeste quiere optar a ese título que tanto se hace esperar. Por eso, las peñas organizaron en la tarde de ayer una festiva despedida al equipo, que se produjo cuando un autobús trasladó a la expedición de las instalaciones de A Madroa hasta el aeropuerto de Peinador. Sin triunfalismos pero con esperanza, el centenar largo de seguidores presente despidió prácticamente uno a uno a los jugadores y no faltó algún cántico que otro, como el consabido de Guidetti. Fue un hasta luego cercano e ilusionado, con petición y compromiso de esfuerzo máximo en la búsqueda de la final.
Ya en el aeropuerto, los jugadores y el resto de componentes de la expedición fueron quemando el tiempo. Allí ya se dejaron ver el director deportivo, Felipe Miñambres, y todos los miembros del consejo de administración del club, con el presidente Carlos Mouriño a la cabeza. Y a la llegada al aeropuerto de Bilbao, el recibimiento de la peña Zeru Urdin, con banderas gallegas, vascas y del Celta y una pancarta en la que se podía leer: "Ti nunca camiñarás so". Los jugadores agradecieron el apoyo del celtismo residente en el País Vasco, que hoy también se citará en Mendizorroza.
Allí también estarán los aficionados que hoy a las 8:00 horas estarán delante de Balaídos para subirse a los 12 autobuses gratuitos puestos por el Celta. Por delante, casi 650 kilómetros para llegar a Vitoria, cuyas calles teñirán de celeste en las horas previas del partido. Para ayudarles, el propio club vitoriano brindó ayer información con consejos para hacer turismo y comer por la ciudad y para acercarse hasta el estadio cuando el partido se aproxime.
Todo en una jornada que promete estar marcada por el frío. Las previsiones anunciaban nieve para la pasada madrugada, pero no para esta noche. Aunque los aficionados celestes tendrá que calentarse. A ver si el equipo ayuda.
