TOKIO 2020

Chano se ha ganado el derecho de ir a disfrutar

 Álex Brea posa con el nadador vigués en uno de los muchos campeonatos internacionales que han compartido en los últimos años.
photo_camera Álex Brea posa con el nadador vigués en uno de los muchos campeonatos internacionales que han compartido en los últimos años.

Lo de Chano es la leche. Así de claro. Estar en sus sextos Juegos con 64 años es un logro tremendo. Para disfrutarlos. Podrían ser los últimos aunque no me atrevo a asegurarlo. Pero cuando volvimos de Río en 2016 teníamos la impresión de que ya estaba. Pero aguantó, obtuvo resultados y ahora está en Tokio. El objetivo está cumplido y es un exitazo.

Pero cualquiera que conozca a Chano sabe que no se va a conformar solo con participar. Le sabe a gloria haber llegado, va a disfrutarlos como nunca y así debe ser. Se lo dije en Barcelona cuando nos despedimos. Pero cualquiera que lo conozca un poco sabe que con eso no le llega. Va a ir a darlo todo para intentar meterse otra vez en una final olímpica.

Porque él solo sabe hacerlo así. A muerte. Poco importa la edad, las molestias en el hombro o la entidad del escenario más importante que hay. Chano es un competidor nato. Se va a vaciar en la piscina de Tokio. Y lo que salga de ahí, bienvenido será.

Eso sí, no va a ser fácil. Con los cambios que ha habido en las clases y la irrupción de nuevos talentos  se ha puesto complicado meterse en finales. Pero no imposible. Siempre lo decimos él y yo: “Hay que nadar”. Y para empezar viene el 200, donde logró la mínima para ir a Tokio. No es una prueba fácil para él porque en los volteos sale casi parado, mientras que los competidores dan el giro y hasta se impulsan un poco. Pero la sensación es que hay posibilidades. Tiene muy metidos en la cabeza tiempos, parciales, salidas. Todo. Lo ha automatizado en estos dos años de preparación y no es ninguna locura pensar que pueda meterse entre los ocho mejores. 

Los españoles Toni Ponce y Luis Huertas  son adversarios muy a tener en cuenta. Por supuesto Daniel Dias, el brasieño, que siempre está ahí. Ahora también  está Francesco Bocciardo, que es muy bueno. Y luego siempre tienes la incógnita de los asiáticos. En Berlín aparecieron tres chinos, hay un malasio peligroso y un vietnamita que también puede ser rival directo nuestro. El nivel que ofrazcan será lo que puede marcar si entramos en finales o no. 

Por lo demás, el 50 es su prueba fetiche. En la que más cómodo ha estado siempre. Este año ha ido mejorando sus marcas progresivamente. Pero sus rivales corren muchísimo y la final va a estar cara. Sin embargo creo que en el 200 lo puede hacer muy bien. La experiencia es un grado y en su caso son muchos. Además, tiene una genética privilegiada, una capacidad de trabajo increíble y una ilusión a prueba de bombas. Y nada que perder, que eso siempre es un punto a favor. Haga lo que haga, estará bien hecho. Incluso si se mete en alguna final, que lo puede lograr sin ningún problema.  

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