"¡Mamá, soy el número 1 del mundo!": Cuando un español alcanzó la cima del tenis por primera vez

photo_camera Moyá, con el trofeo que le acreditaba como número 1 (EFE-Archivo)
Un 13 de marzo, Carlos Moyá conseguía el primer número 1 ATP para un tenista español

Los días que transcurren del 13 al 15 de marzo serán especiales siempre para Carlos Moyá. Cualquier año. Porque antes de que Rafa Nadal derribase todas las puertas habidas y por haber, otras generaciones de tenistas fueron logrando hitos. Ganar "grandes", levantar la Copa Davis... Y también ser el número uno. Incluso en otro formato, llamado abierto, que no se cerraba al finalizar la temporada. Evaluación continua a base de puntos, se puede decir. Arancha Sánchez Vicario, sin ir más lejos, ya lo había conseguido en 1995 en la WTA. Pero faltaba que un español lo lograse en el cuadro masculino. En una época donde Sampras o Agassi pasaban el "rodillo" en el ranking ATP parecía una misión complicada. Pero Moyá, en su mejor momento, lo logró. "Solo" durante dos semanas. Pero lo logró. Fue el primero y acaparó portadas. Lo hizo tras avanzar a la final de Indian Wells en 1999 tras vencer al brasileño Kuerten. Se hizo con un teléfono y le soltó un "¡Mamá, soy el número 1 del mundo!" a su madre. Su nombre ya estaba en la historia.

La carrera de Moyá estaba en claro ascenso. En 1996 entró en el top 20 de la ATP por primera vez. Acabó 1997 como mejor español y en el top 10 por primera vez en su vida. Además, se convirtió en el primer español en alcanzar la final del Abierto de Australia desde Andrés Gimeno en 1969. Tras perder, cerró su discurso con el mítico "Hasta luego, Lucas".  En 1998 ganó su primer título de Grand Slam derrotando a Álex Corretja en la final de Roland Garros. Faltaba llegar a lo más alto.

Y no era sencillo. El balear afrontó el torneo como número 4 del mundo. Por delante, el tridente formado por Pete Sampras (1), Yevgeny Kafelnikov (2) y Álex Corretjà (3). La distancia era muy pequeña, solo 215 puntos, pero necesitaba una carambola. Hacerlo bien y que los tres pincharan. Pasó. Ni el estadounidense, ni el ruso ni  su compatriota fueron capaces de superar la segunda ronda.

Con meterse en la final, le llegaba. Fue superando rivales. Primero Courier, después Malisse y Kucera. Y por fin Gustavo Kuerten. Moyá sacó su mejor repertorio en el momento adecuado para sellar un billete a la final y ser el número 1 del mundo pasase lo que pasase. El día 13 le trajo suerte. En la final, tras un partido épico a cinco sets, cayó con el australiano Philippoussis. La fiesta no pudo ser completa. 

El lunes 15 de marzo de 1999 salió publicada la nueva lista ATP. Carlos Moyá primero y, después, el resto. Un "Día D" para el tenis español.  

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