Debut de oro para Ginés

 Alberto Ginés, durante una prueba.
photo_camera Alberto Ginés, durante una prueba.

El escalador español sorprendió y se proclamó campeón en el estreno de la escalada

El escalador español Alberto Ginés se ha colgado la medalla de oro en la competición combinada de los Juegos Olímpicos de Tokio, convirtiéndose en la gran sorpresa del deporte español en la capital japonesa.

Uno de los nuevos deportes olímpicos ha traído una de las alegrías más inesperadas para la delegación española en estos Juegos, ya que Ginés, de 18 años, se había planteado esta competición como una preparación para Paris 2024, pero ha explotado antes de lo esperado y ya tiene su primera medalla, además dorada.

Ginés se metió en la final con el sexto mejor registro y, pese a su juventud, no se arrugó en el día decisivo para penalizar un total de 28 puntos y lograr la gloria por delante del estadounidense Nathaniel Coleman (30 puntos) y del austriaco Jakob Schubert (35 puntos), que se tuvieron que confirmar con la plata y el bronce, respectivamente.

Las buenas sensaciones empezaron desde la prueba inicial de velocidad, donde Ginés fue el mejor. En cuartos de final ni siquiera tuvo que escalar, ya que el estadounidense Colin Duffy hizo salida nula y le “regaló” el pase a semifinales, donde sí compitió y fue más rápido que el checo Adam Ondra. En la final, se impuso el japonés Tomoa Narasiki, uno de los grandes aspirantes al oro y que perdió sus opciones por un resbalón.

Sin embargo, en la prueba de escalada en bloque, donde ya esperaba hacer su peor resultado, el español fue último entre los siete finalistas, uno menos de los previstos debido a la lesión del francés Bassa Mawem. Aún así, se quedaba a solo un punto del francés Mickael Mawem, Narasaki, Coleman antes de la prueba de dificultad que decidía las medallas.

En esta última modalidad, la favorita del cacereño y que consistía en subir lo más alto posible en una pared de más de 15 metros de altura, logró la cuarta posición al sellar una puntuación de 38+ y con la ayuda de Schubert, que desbancó a Adam Ondra del primer puesto en el último suspiro, se proclamó campeón olímpico por sorpresa.

UN PEQUEÑO MILAGRO

Como si Alexander Zverev hubiera ganado el oro con una raqueta prestada. O como si Caeleb Dressel tuviese que viajar cinco horas para encontrar en una buena piscina. En esas condiciones, o pese a ellas, se ha convertido en campeón olímpico Alberto Ginés. “Vamos muy desanimados”, dijo su entrenador y mentor, David Macià, antes de viajar a Tokio. Sin otros rocódromos que no sean los que utilizan los aficionados para pasar el rato, sin instalaciones específicas, lejos de su familia, sin referencias sobre cómo están sus rivales. La medalla de Ginés es un pequeño milagro.

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