Deporte de los no deportistas

El locutor radiofónico gallego Pepe Domingo Castaño.
photo_camera El locutor radiofónico gallego Pepe Domingo Castaño.

El deporte se basa en nombres propios. Ídolos, leyendas que trascienden generaciones. Que se mantienen desde la época donde no existía el término viral. Por su puesto, la mayoría son deportistas. Éxitos y fracasos, triunfos y derrotas. Pero hay un grupo de elegidos que, sin vestirse de corto, se ganan el derecho a entrar en el Olimpo deportivo. Figuras relacionadas que han marcado a muchas personas. Padres, hijos y abuelos. Una de esas figuras es la de Pepe Domingo Castaño. Y aunque saltó a la fama con la música en aquella radio en blanco y negro, el deporte se hizo con él. Y él con el deporte. Carrusel Deportivo cambió. En buena parte, gracias a este gallego de voz profunda e inconfundible. Después lo que cambió fue la emisora, pero se mantuvo la esencia. En la madrugada del sábado al domingo fallecía y las muestras de tristeza, respeto y admiración no se hicieron esperar. De los compañeros, “rivales” y de deportistas. Porque, quien más o quien menos, recuerda esas tardes de transistor escuchando los partidos. Una época en la que se jugaban ocho de forma simultánea.

Fue un maestro de la publicidad narrada y sus frases han quedado en el imaginario colectivo. Y ahí siguen, dentro del lenguaje coloquial. Ese es su mejor legado. La influencia total entre los amantes del deporte. Como ocurrió con Andrés Montes en su día. Genios reconocidos en vida y añorados tras su muerte.

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