Dinamarca deberá lograr una hazaña del tamaño de la que firmó en 1992, cuando se proclamó campeona contra todo pronóstico, si quiere salir viva de un grupo temible con dos de las favoritas, Holanda -subcampeona mundial- y Alemania -subcampeona europea-, y una de las aspirantes, la Portugal de Cristiano Ronaldo.
Veinte años atrás, Dinamarca había entrado a última hora tras la sanción a Yugoslavia por la guerra de los Balcanes, y a pesar de que sus jugadores estaban de vacaciones día antes de que empezase el torneo, el equipo se agarró a su espíritu solidario y al portero Schmeichel para tumbar a la Holanda de Van Basten y a Alemania.
El seleccionador danés, Morten Olsen, insiste ahora en que su 'ambición' es pasar a cuartos, aunque reconoce que mientras que sus rivales 'tienen' que clasificarse, Dinamarca sólo 'quiere'.
A esa falta de presión y al buen rendimiento del equipo en la fase de clasificación se agarra Dinamarca para soñar con otra gesta que pocos se atreven a pronosticar fuera del país, menos aún tras la mala imagen ofrecida hace unos días en un amistoso contra Brasil (1-3) en Hamburgo, con abucheos del público su selección.
La nueva versión de la 'Dinamita Roja' viene avalada no obstante por una convincente actuación previa, acabando campeona de grupo por delante de Portugal y de Noruega en una etapa de relevo generacional tras la retirada de veteranos como Tomasson, Grønkjær y Jørgensen.
Dinamarca se sobrepuso a un inicio dubitativo, con un triunfo apurado frente a Islandia (1-0) y una derrota en Lisboa (3-1), para sumar cinco victorias y un empate -en Oslo (1-1)- en los últimos seis partidos, incluido el cierre final contra un Portugal (2-1) que se vio claramente superado y tuvo que jugar la repesca.
Al equipo luso le tiene tomada la medida en los últimos años: en la clasificación para el Mundial de Sudáfrica, le ganó primero a domicilio (2-3) y luego firmó un empate en Copenhague (1-1).
El billete para Ucrania y Polonia es un triunfo personal de Morten Olsen, el veterano técnico danés, que lleva doce años en el cargo y que se ha vengado de las críticas tras no clasificarse para el Mundial de 2006 y la Eurocopa de 2008.
Olsen, de 63 años y renovado por quinta vez hasta 2014, ha exprimido una selección, que sin tener grandes estrellas, ha sabido competir muy bien en las fases previas para lograr dos meritorias clasificaciones para Sudáfrica y ahora la Eurocopa.
Y lo ha hecho manteniendo un mismo estilo: un 4-3-3 de clara inspiración holandesa, que también evoluciona a un 4-2-3-1, y en el que destaca el fútbol combinativo y la devoción por los extremos.
Pero el buen comportamiento colectivo no oculta lo evidente: que Dinamarca no tiene el brillo de otros tiempos y que veteranos como Christian Poulsen o Rommedahl, ya en el ocaso de su carrera, siguen siendo fundamentales en el equipo.
Christian Eriksen, que a sus 20 años se ha convertido en el Ajax en una de las principales promesas europeas, encarna la esperanza de Dinamarca: cualquier sorpresa pasa porque el joven y talentoso mediapunta tenga una actuación sobresaliente.
Bendtner, que con sus 3 goles fue el máximo goleador del equipo en la fase previa, es una incógnita.
Pese a su juventud, tiene 24 años, su carrera ha declinado notablemente en los últimos tiempos, por las lesiones y por el comportamiento de divo que ha estancado la progresión de un delantero potente que despuntaba en el Arsenal y que este año ha estado cedido en el modesto Sunderland, con un paso discreto.
Pero Bendtner es vital: tal es la escasez de delanteros puros, que Olsen sólo ha llamado a otro más, Nicklas Pedersen, que ha marcado un gol en 15 partidos en el Groningen holandés.
Dinamarca sigue confiando en el correcto Sørensen para la portería, mientras que Kjær y Agger -si las lesiones no vuelven a importunarlo- lideran una zaga de garantías, con Zimling y Kvist como dinamos del equipo, Eriksen de creador, Rommedahl y Krohn-Dehli de extremos y Bendtner de finalizador.
Equipo tipo: Sørensen; Jacobsen, Kjær, Agger, Simon Poulsen; Eriksen, Zimling, Kvist; Rommedahl, Bendtner, Krohn-Dehli.
El seleccionador danés, Morten Olsen, insiste ahora en que su 'ambición' es pasar a cuartos, aunque reconoce que mientras que sus rivales 'tienen' que clasificarse, Dinamarca sólo 'quiere'.
A esa falta de presión y al buen rendimiento del equipo en la fase de clasificación se agarra Dinamarca para soñar con otra gesta que pocos se atreven a pronosticar fuera del país, menos aún tras la mala imagen ofrecida hace unos días en un amistoso contra Brasil (1-3) en Hamburgo, con abucheos del público su selección.
La nueva versión de la 'Dinamita Roja' viene avalada no obstante por una convincente actuación previa, acabando campeona de grupo por delante de Portugal y de Noruega en una etapa de relevo generacional tras la retirada de veteranos como Tomasson, Grønkjær y Jørgensen.
Dinamarca se sobrepuso a un inicio dubitativo, con un triunfo apurado frente a Islandia (1-0) y una derrota en Lisboa (3-1), para sumar cinco victorias y un empate -en Oslo (1-1)- en los últimos seis partidos, incluido el cierre final contra un Portugal (2-1) que se vio claramente superado y tuvo que jugar la repesca.
Al equipo luso le tiene tomada la medida en los últimos años: en la clasificación para el Mundial de Sudáfrica, le ganó primero a domicilio (2-3) y luego firmó un empate en Copenhague (1-1).
El billete para Ucrania y Polonia es un triunfo personal de Morten Olsen, el veterano técnico danés, que lleva doce años en el cargo y que se ha vengado de las críticas tras no clasificarse para el Mundial de 2006 y la Eurocopa de 2008.
Olsen, de 63 años y renovado por quinta vez hasta 2014, ha exprimido una selección, que sin tener grandes estrellas, ha sabido competir muy bien en las fases previas para lograr dos meritorias clasificaciones para Sudáfrica y ahora la Eurocopa.
Y lo ha hecho manteniendo un mismo estilo: un 4-3-3 de clara inspiración holandesa, que también evoluciona a un 4-2-3-1, y en el que destaca el fútbol combinativo y la devoción por los extremos.
Pero el buen comportamiento colectivo no oculta lo evidente: que Dinamarca no tiene el brillo de otros tiempos y que veteranos como Christian Poulsen o Rommedahl, ya en el ocaso de su carrera, siguen siendo fundamentales en el equipo.
Christian Eriksen, que a sus 20 años se ha convertido en el Ajax en una de las principales promesas europeas, encarna la esperanza de Dinamarca: cualquier sorpresa pasa porque el joven y talentoso mediapunta tenga una actuación sobresaliente.
Bendtner, que con sus 3 goles fue el máximo goleador del equipo en la fase previa, es una incógnita.
Pese a su juventud, tiene 24 años, su carrera ha declinado notablemente en los últimos tiempos, por las lesiones y por el comportamiento de divo que ha estancado la progresión de un delantero potente que despuntaba en el Arsenal y que este año ha estado cedido en el modesto Sunderland, con un paso discreto.
Pero Bendtner es vital: tal es la escasez de delanteros puros, que Olsen sólo ha llamado a otro más, Nicklas Pedersen, que ha marcado un gol en 15 partidos en el Groningen holandés.
Dinamarca sigue confiando en el correcto Sørensen para la portería, mientras que Kjær y Agger -si las lesiones no vuelven a importunarlo- lideran una zaga de garantías, con Zimling y Kvist como dinamos del equipo, Eriksen de creador, Rommedahl y Krohn-Dehli de extremos y Bendtner de finalizador.
Equipo tipo: Sørensen; Jacobsen, Kjær, Agger, Simon Poulsen; Eriksen, Zimling, Kvist; Rommedahl, Bendtner, Krohn-Dehli.
