JUEGOS OLÍMPICOS - TOKYO 2020

No hay doble quinto malo

 Antía Jácome obtuvo un diploma en su primera participación olímpica con tan solo 21 años.

EFE
photo_camera Antía Jácome obtuvo un diploma en su primera participación olímpica con tan solo 21 años.EFE

La joven pontevedresa Antía Jácome y el betanceiro Carlos Arévalo lograron sendas quintas plazas, con sus diplomas olímpicos en el C1 y el K1 200, respectivamente

 

Galicia obtuvo ayer dos quintos puestos -con sus consiguientes diplomas olímpicos- para agregar a su espléndida hoja de servicios en Tokio. Lo hizo a través del piragüismo. Carlos Arévalo se quedó a dos décimas de la medalla de bronce en el K1 200, en el que finalizó quinto. Antía Jácome, por su parte, confirmó que su esplendoroso futuro empieza a brillar en el presente con una fantástica actuación en el C1 200.

Y es que, con tal solo 21 años, la pontevedresa firmó un crono de 47.226 segundos, 1.294 por detrás de la estadounidense Nevin Harrison, que se colgó el oro. La plata fue para la canadiense Laurence Vincent-Lapointe, que hizo un tiempo de 46.786, y el bronce para la ucraniana Liudmyla Luzan, que cruzó la meta con un cronómetro de 47.034 segundos. 

Jácome fue la última piragüista en lograr la clasificación para los Juegos de Tokio hace unas semanas. El punto culminante a una progresión que le ha llevado en apenas seis meses a pasar de ser una joven promesa a una realidad. Y como si con eso no bastase, se metió en la final de su prueba y alcanzó un notabilísimo quinto puesto que la deja en la rampa de salida para París 2024 como candidata a todo siempre y cuando continúe evolucionando así de bien.

En cuanto al betanceiro, su puesto de honor llega en la jornada previa de la puesta en acción del poderoso K4 español, de cuya tripulación forma parte junto al cangués Rodrigo Germade, Marcus Cooper y un Saúl Craviotto que también compitió en el K1, donde acabó séptimo. Arévalo rayó mejor en las semifinales, donde estuvo siempre en los puestos delanteros para conseguir su pase a la pelea por las medallas con mucha más suficiencia y con unas sensaciones que parecían mejores que las del cuádruple medallista olímpica.

Esto se confirmó en la final. El de Betanzos salió fuerte y estuvo peleando con los candidatos a metal, pero no pudo mantenerse y finalizó en quinta posición, a dos décimas de la medalla de bronce. El ilerdense, en cambio, no consiguió arrancar bien y sólo pudo ser séptimo, lejos de un podio que encabezó el húngaro Sandor Totka, seguido por el italiano Manfredi Rizzay el británico Liam Heath.

Íñigo Peña y Paco Cubelos acaban sextos en el K2 1.000

La pareja formada por los españoles Paco Cubelos e Íñigo Peña no pudieron evitar que el piragüismo español cerrase la madrugada del miércoles al jueves sin medallas en los Juegos Olímpicos de Tokio, tras finalizar en la sexta posición en la final del K2 1000 metros.

El talaverano y el guipuzcoano partían con opciones de subir al podio por su condición de actuales subcampeones del mundo, pero en ningún momento dieron la sensación de poder meterse en una pelea que les quedó algo lejos.

El dúo nacional se había clasificado para la final después de superar su semifinal con una tercera plaza y dando sensación de controlar perfectamente una carrera, en la que apretaron en los 500 metros finales.

Cubelos y Peña no salieron en los puestos destacados y tras el ecuador de la final, su desventaja con los primeros clasificados era de tres segundos. Los españoles apretaron, pero no recortaron nada a falta de 250 metros y su último acelerón, aunque enjugó un segundo a los de cabeza, sólo les valió para ser sextos, a un segundo del podio.

La medalla de oro fue para los australianos Jean van der Westhuyzen y Thomas Green, que encabezaron toda la final de principio a fin, por delante de los alemanes Max Hoff y Jacob Schopf y los checos Josef Dostal y Radek Slouf.

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