FORMULA 1

Tres equipos de Formula 1 que fueron mucho más que un desastre

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photo_camera Los peores equipos de la historia de la F1.

Playboys, millonarios y constructores presuntuosos son protagonistas de la batalla por ser el peor equipo de la historia de la F1

En el mundo actual de la Fórmula 1, en la que todo esta calculado hasta el más mínimo detalles, en el que no hay margen para el error, resulta curioso ver como algunos equipos han sabido coronarse como reyes del despropósito en su escaso tiempo de vida.

Aunque la lista superaría la decena de equipos, para esta primera entrega de desastres de F1 me gustaría recordar a los que fueron, para mí (y la inmensa mayoría de aficionados), los tres peores equipos de la historia de este deporte: Andrea Moda, Lola Mastercard y Life, todos ellos con un denominador común, solo existieron una temporada.

.Lola- Mastercard: Visto y no visto (1997/98)

Si hay algo que valoro en el mundo es la gente ambiciosa. Esa que con pocos recursos crea un proyecto de la nada. Bueno, pues el caso de Lola (famoso y exitoso constructor de monoplazas de competición) en el año 96 es pasar de ambicioso a temerario. Con un fantástico contrato de 35 millones de dólares procedentes de Mastercard, el constructor americano quiso, tirando de egocentrismo y un poco de locura, hacer un F1 en solo unos meses cuando el proyecto hablaba de iniciarse en 1998. "Tenemos la experiencia, la capacidad y el deseo de triunfar en la F1" dijo el responsable del equipo Eric Broadley. Confiado y creyéndose el rey del mambo el equipo Lola se plantó en el GP de Australia de 1997, con un coche hecho con mucha imaginación. Sin test, tomando ideas de otros equipos y categorías como la Indy Car, con un motor Ford del año 95-96 y mucha soberbia llegó lo que todos veían menos el dueño de su equipo, el varapalo.

El monoplaza no solo era 15 segundos más lento por vuelta que el autor de la pole, Jacques Villeneuve (Williams- Renault), sino que además era un desastre a nivel diseño y un verdadero peligro. En las rectas el fondo tocaba contra el suelo y perdía velocidad, en las curvas era ingobernable y además, por un problema causado por varios factores las ruedas no llegaban a tener la temperatura adecuada y la adherencia sobre la pista era nula, vamos todo un éxito.

Como es lógico no lograron clasificarse para la carrera (norma del 107%) y tras perder el patrocinio de Mastercard (al sentirse estafados, cosa normal también) el equipo no participó en la segunda carrera y se retiró del Mundial, algo de lo que se enteraron los miembros del staff por un periódico en pleno vuelo a Brasil. No contentos con eso, el equipo terminó en quiebra con una deuda de varios millones de libras en solo unos meses.

.Andrea Moda: Un playboy, monoplazas de saldo y temas oscuros (1992/93)

Heredero del desastroso equipo Coloni, el Andrea Moda Team, adquirido en 1992 por el extraño e impulsivo playboy italiano Andrea Sassetti (fabricante de zapatos y, como no, millonario) fue un cúmulo de despropósitos en la temporada que sobrevivió.

Tras no poder competir en la primera carrera (Sudáfrica) por no querer pagar los derechos de inscripción (líos de quíteme usted la pajita con el mandamás de la FISA), tampoco hacerlo en la segunda por retrasos en la llegada de los monoplazas a México (después de construir dos chasis con un proyecto fallido del equipo Simtek y un grupo de empleados de otros equipos que lo ensamblaron en ratos libres) y despedir a sus dos pilotos (Enrico Bertaggia y Alex Caffi) de forma fulminante por criticar lo que estaba pasando (fichó a Roberto Moreno y Perry McCarthy), llegó el turno del ansiado debut en Brasil. 

Como en este equipo nunca faltaban las sorpresas, el reemplazo McCarthy no pudo competir por falta de méritos para obtener la Superlicencia y Moreno hizo el ridículo quedándose a 15 segundos de la pole, vamos que en el paddock eran motivo de burla más que justificada.

Por si fuera poco Bertaggia intentó volver al equipo y ofreció un millón de dólares como sponsor. Problema, ser un playboy impulsivo hizo a Sassetti gastar los dos cambios de conductor permitidos así que tuvo que quedarse con un piloto sin licencia (temporalmente) y por supuesto, sin un millón de dólares.

Después de calificarse en Mónaco (por descartes y roturas ajenas) y rodar 11 grandiosas vueltas antes de abandonar el desastre continuó.

En España, McCarthy rodó 18 gloriosos metros antes de romper el motor y su compañero aguantó siete vueltas de la pre-calificación, a Canadá llegaron sin motores (se rumorea que por impago a Judd), en Francia una huelga de camioneros no dejó llegar al equipo al circuito, en Alemania los monoplazas no dieron el peso pero, lo mejor estaba por llegar en Bélgica.


(Mccarthy "aparcando" su Andrea Moda tras los 18 metros de Montmeló)

Ahí, entre rumores de un intento de asesinato a McCarthy (siempre se habló de que el equipo había puesto una transmisión defectuosa a propósito, aunque realmente ese segundo monoplaza era un desguace con ruedas que heredaba piezas del de Roberto Moreno) el dueño Sassetti terminó detenido en pleno circuito por la policía belga por fraude y en ese momento terminó la historia de Andrea Moda, que fue excluída del campeonato.

Si alguien quiere saber más de la historia de este equipo, el propio Perry McCarthy escribió un libro titulado “Flat Out, Flat Broke, Formula 1 the hard way” en el que cuenta en primera persona este esperpento de año.

Por cierto Perry McCarthy fue el primer Stig del programa británico de motor Top Gear.

.Life: Cabezonería y esperpento a partes iguales (1990/91)

Los años 90 habían llegado al Mundial de F1. Los motores turbo habían sido eliminados del campeonato y parecía llegar la primavera para los pequeños equipos de esta competición.

Ernesto Vita (de ahí viene el nombre del equipo vita = life) fue el propietario del equipo que tiene el dudoso honor de ser el peor de la historia de la F1.

Su chasis, el Life L190, había sido construido y deshechado el año anterior para el equipo First, otro esperpento de equipo. Tal era el desastre de construcción que el diseñador, Ricardo Divila, se desentendió por el juzgado del boceto, por considerarlo inseguro y defectuoso. Los materiales no eran los adecuados, la caja de cambios no funcionaba bien, la suspensión no trabajaba e incluso se detectaron fallos en las soldaduras, vamos un ataúd con cuatro ruedas.

Por si no fuera suficiente, Vita quiso revolucionar el mundo de los motores. En un concepto revolucionario (si hubiese salido bien sería un genio, pero no) decidió construir un motor W12 que fuese el ideal para que lo comprasen las demás estructuras. Problema, la falta de medios propia de estos equipos hizo que a la hora de la verdad sucediese lo esperado. El motor de Life no solo era pesado como un muerto y demasiado alto como para introducirlo en los monoplazas de la época, sino que ¡solamente tenía 450 caballos (Los buenos motores del año 90 rondaban los 700)!

Aun así debió pensar que la potencia sin control no servía de nada y se lanzó a la aventura (nunca mejor dicho).

Estados Unidos fue el primer GP. Allí, su piloto Gary Brabham (hijo del mítico Jack Brabham) rodó en la precalificación a…34 segundos…del penúltimo!! En la segunda carrera, en Gran Bretaña, más de lo mismo, otro esperpento, los mecánicos no echaron aceite al motor, lo que hizo que el Life rodase solo 500 metros. En ese momento Brabham dimitió y todo apuntaba a un final inminente.

Cabezón como pocos, Vita insistió y contrató a Bruno Giacomelli, un piloto italiano que había participado por última vez en la F1 en el año 83 y se dedicó a pasear el “fantástico” W12 por 9 circuitos más antes de tomar una más que meditada situación.

Para cambiar esa situación recurrieron al suministrador habitual de la época de equipos pequeños y adquirieron un motor Judd V8 pero por supuesto hubo más problemas. En su prueba, en Estoril (Portugal), el propulsor no entraba en el hueco y la tapa superior no cerraba del todo. Alguno pensará esto echaría atrás a Vita y sus mecánicos pero el monoplaza salió a rodar. Resultado, la tapa salió volando en mitad en la precalificación y no hubo forma de competir. En la última carrera de su historia en España, no llegaron al tiempo mínimo.

(El Life F1 "descapotable" en Estoril)

Desesperado Ernesto Vita tiró la toalla y retiró el equipo del Mundial a falta de dos carreras convirtiéndose así, en el peor equipo de la historia de la F1.

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