El Celta es el único equipo de la zona baja, además del modesto Real Unión, que no ha destituido a su entrenador

Eusebio, el gran superviviente

Eusebio sigue el entrenamiento del lunes junto a su segundo. Foto: nuria currás
Eusebio, en su primera experiencia primer entrenador, está haciendo un curso acelerado de lo que es sufrir. El Celta, desde su llegada al banquillo hace más de un año, ha vivido permanentemente en la parte baja de la clasificación. En lo que sí ha tenido suerte el técnico vallisoletano es en la confianza que le ha brindado el consejo de administración celeste. Y es que, a día de hoy, es el gran superviviente de los banquillos de Segunda División.
Tras las destituciones de Sergio Kresic (Las Palmas) y Sito (Salamanca), el Celta es el único de los equipos de la zona baja, junto al Real Unión, que no ha echado todavía a su entrenador. Eso sí, las circunstancias que rodean al conjunto guipuzcoano, que sigue confiando en Iñaki Alonso –técnico que logró el ascenso el pasado curso– son excepcionales y para nada comparables a las del equipo vigués. Cuenta con el presupuesto más bajo de la categoría y desde inicio de temporada sabía que iba a sufrir lo indecible para lograr la permanencia. Por otro lado, tres equipos –Castellón, Albacete y Salamanca– ya han visto pasar tres entrenadores por su banquillo. De momento, sólo los manchegos, de la mano del gallego David Vidal, han logrado una reacción convincente y efectiva. Por su parte, el Cádiz, uno de los actuales inquilinos del descenso, se deshizo de Javi Gracia en la jornada 19, mientras que el Murcia echó a José Miguel Campos (jornada 10), el Rayo a Pepe Mel (24), el Nástic a Ferrando (27), el Recreativo a Javi López (14) y el Girona a Cristóbal Parralo. Del puesto décimo al vigésimo segundo, además de en los antedichos Celta y Real Unión, tampoco ha destituido a su entrenador el Huesca, que de la mano de Antonio Calderón está a seis puntos de la zona de descenso, completando una temporada considerablemente mejor de lo que se esperaba en un principio.



Ha superado dos ultimátums y, a día de hoy, no está cuestionado

Eusebio no está cuestionado. Sus números lo emparentan con los peores entrenadores de la larga historia del Celta, pero el consejo de administración confía ciegamente en él y está más preocupado por ofrecerle la renovación que por buscarle un sustituto. Sin embargo, esto no siempre fue así. El técnico tuvo que superar dos ultimátums esta temporada. El primero fue en la jornada 15, después de que el equipo hubiesesido humillado en Cádiz (31). Eusebio salvó el cuello gracias a la gran lección de profesionalidad que ofreció la plantilla en Girona (1-2). Salvó ese primer 'match-ball', pero aún quedaba otro. Una semana después, se volvía jugar el puesto y el equipo ganó de nuevo. Esta vez al Elche en Balaídos (21). Eusebio salió reforzado de estas dos situaciones límite. El ilusionante tránsito del Celta por la Copa del Rey y el amago de reacción en Liga obraron el milagro. Ahora, después de que el conjunto celeste haya sumado dos humillantes derrotas ante el penúltimo y el último de la clasificación, Eusebio vive del crédito alcanzado en los meses anteriores. El principal valedor del entrenado vallisoletano es el propio Carlos Mouriño. Confía en él y quiere que sea el encargado de liderar el proyecto celeste las próximas temporada. Y es que el presidente se niega a repetir los errores de las dos anteriores campañas, en las que pasaron hasta seis entrenadores distintos por el banquillo sin que la situación mejorara.

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